La presencia de una persona con una discapacidad severa puede llegar a absorber hasta el setenta por ciento del presupuesto de un hogar, lo que acentúa la situación de pobreza de este colectivo y contribuye a elevar el nivel de pobreza total en España. Así se desprende de los datos que se han plasmado en un estudio sobre los aspectos sociales y económicos de la dependencia, que ha sido realizado por expertos de varias universidades y centros de investigación para la Fundación de las Cajas de Ahorros.

Según datos recabados en el Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad, casi 750.000 personas perciben ya algún tipo de prestación incluida en el Sistema para la Autonomía y Atención a la Dependencia. En el estudio monográfico sobre dependencia elaborado por la Funcas, se ponen de relieve los dos aspectos fundamentales que han empujado a muchos países a incorporar la atención a la dependencia como uno de los pilares principales del estado de bienestar: la creciente longevidad y la reducción de la capacidad de las familias para hacerse cargo de sus miembros dependientes debido a la mayor participación de las mujeres en el mercado laboral.

Las grandes cifras de la discapacidad y la dependencia reflejan que en España hay casi cuatro millones de personas con algún tipo de discapacidad residiendo en viviendas y aproximadamente la mitad de ellas son dependientes, ya que necesitan asistencia personal para satisfacer alguna de sus necesidades básicas.

Algunos de los expertos que han intervenido en el monográfico han explorado la relación que existe entre discapacidad, dependencia y pobreza y han concluido que el coste de discapacidad moderada ronda el 40 por ciento de la renta de un hogar, pero que en una dependencia "severa" ese porcentaje se elevaría hasta el setenta por ciento.

Además, la población que presenta algún tipo de discapacidad tiende a estar mayoritariamente en la parte baja de la distribución de la renta, y cuando la renta del hogar se ajusta para atender los costes derivados de esa discapacidad se acentúa la severidad de la pobreza.

Al analizar la distribución territorial de la dependencia en España, los expertos han corroborado que el porcentaje de población dependiente que residen en hogares o en centros especiales es muy heterogénea y las diferencias porcentuales de población dependiente entre comunidades autónomas pueden llegar a ser más del doble.

Así, Galicia es la que presenta un mayor número de dependientes respecto a su población (el 6,6 por cien), seguida de Castilla y León, Extremadura y Asturias, con porcentajes las tres superiores al 6 por ciento. En el lado opuesto, la Comunidad de Madrid es la que tiene el menor porcentaje de personas dependientes (el 3,8 por ciento de la población), seguida de Canarias, La Rioja y Baleares, con porcentajes inferiores al 4,5 por ciento. En la media tabla se sitúan Castilla-La Mancha, Murcia, Andalucía, Aragón y Valencia.