1.- Tú sabías, Richi Melchior, que los datos que filtraban tus paniaguados, y tú mismo, sobre mí eran falsos. Tú sabías que Antonio Alarcó es un hombre honesto. Y te atreviste, junto a tu compinche político Aurelio Abréu, a convocar un pleno extraordinario, probablemente vulnerando la Ley Electoral, con el único ánimo de echarle mierda al rival; al que te ganó por goleada en las recientes elecciones; al que te puede dar lecciones de moral y de ética; a un hombre profundamente honesto que se pasa el día haciendo el bien a sus pacientes, atendiendo a la gente, gestionando con acierto las cosas de su pueblo. Has utilizado contra Alarcó y contra mí comportamientos mafiosos -y te animo a que me demandes por decir esto, para poder contar más cosas ante el tribunal-. Has usado fraudulentamente una auditoría contra Alarcó, atribuyéndome la responsabilidad de una empresa que no era mía, empresa que legítimamente contrató con una sociedad del Cabildo, pero en la que yo no tenía nada que ver. Has mentido, Richi; alevosamente. Porque desde que se te metió en el melón germano que tienes por cabeza que yo redacté aquel documento que dejó escrito Tita Díaz has visto en mí un enemigo; sin serlo. Ahora me alegro de lo que te ha pasado: Tenerife no te quiere; quiere a Alarcó, que te gana en todo: en hombría de bien, en honestidad, en sentido de la ética.

2.- Han comprado ustedes, los de Coalición Canaria, a una hoja parroquial llamada "Diario de Avisos" para que me difamara. Un periódico residual, sin categoría, que quiere vender ahora ejemplares colocando tías en pelota en su interior, con una revista venida a menos. Unos mierdas, porque son unos mierdas, levantándome calumnias por cuenta de Coalición Canaria. A mí, que firmé letras y más letras cuando era consejero de ese bodrio para sacarlo adelante, mientras un godo que ahora se tiñe de caoba se apuntaba los tantos editoriales. Un meapilas, detestable, un advenedizo. Richi, te dije que habías pinchado en hueso y te lo repito ahora. No te lo van a perdonar: te van a sacar toda la basura acumulada en el Cabildo desde hace años. Caiga quien caiga.

3.- Y Coalición Canaria está donde tiene que estar. Con una sola diputada, la quícara. Es el principio del fin. Cuando se acude a la mentira, a la teoría de la confusión, a publicar titulares equívocos pagados, a llenar las alforjas de periodistas que se meten el dinero en el bolsillo y no lo pasan por la taquilla de sus medios por hacer apología del falso nacionalismo, a conceder emisoras de radio a los amiguetes, a intentar hundir al crítico; cuando pasa todo eso, el pueblo castiga. Como te ha castigado a ti, Ricardo Melchior. Hasta tu amigo el bipolar te pisó el Senado. Qué chasco, hermano. Quisiste hundir a Alarcó, que es un señor, y te measte los pantalones con la mentira, el equívoco y el dato falso. Estás donde tienes que estar. En el puto suelo. Móntame una auditoría, Richi. Ay.