La Asociación de Vecinos Casco Histórico de La Laguna llevó el peso en la tarde noche de ayer de una asamblea vecinal, celebrada en el Colegio Mayor San Agustín, en la que, y ese fue su talón de Aquiles, solo una veintena de personas acudieron a la llamada para debatir alternativas a la celebración, el próximo día 7 de diciembre, del Winter Music Festival, un concierto que traerá a lo más granado de la música electrónica internacional pero que no hace ninguna gracia a los que piden conciliar el divertimento de los jóvenes con el derecho al descanso.

Ya sea porque coincidió con la ceremonia de descendimiento del Cristo moreno o con la retransmisión de un partido de Champions del Real Madrid, lo cierto es que la afluencia no fue la esperada, sobre todo si se tiene en cuenta que en días anteriores se habían repartido unas 600 octavillas informativas. Sin embargo, quién sabe si la cita de ayer fue el germen de una lucha ciudadana contra el ruido semejante a la que hace un par de años se produjo en Santa Cruz y que a punto estuvo de poner en un brete a sus internacionales Carnavales, y más de una referencia a ese posible antecedente se realizó durante el acto.

El presidente de la Asociación de Vecinos Casco Histórico, Pablo Reyes, resumió el sentir general de los vecinos de la zona del Cristo, quienes afirman que la plaza no es el lugar más adecuado para la celebración de un evento de estas características. Por ello, el propio colectivo vecinal ya se había dirigido al Ayuntamiento de La Laguna para que trasladase el macroconcierto a otro tipo de recintos como el Pabellón Santiago Martín o algún campo de fútbol.

Durante las intervenciones de los asistentes quedó claro que son muchos los que están hartos de aguantar entre las paredes de sus casas ruidos ensordecedores que no dejan dormir o mantener una simple conversación. Tanto es así, que son muchos los que durante las fiestas del Cristo no residen en sus domicilios para poder descansar.

Y es que se comenzó hablando del Winter Music Festival pero el debate se trasladó a las fiestas del Cristo, "que antes duraban una semana y ahora ya son casi un mes", como dijo algún asistente a la asamblea, o a la necesidad de hacer respetar la Ley del Ruido en general. Asimismo, reiteraron que la presencia en la zona del asilo de ancianos no hace al lugar demasiado apropiado para que se generalicen este tipo de eventos.

Finalmente, y tras el debate, se decidió instalar mesas para la recogida de firmas en el Mercado los días 3, 4 y 6 de diciembre y solicitar una reunión con el alcalde para exponerle la necesidad de conciliar el ocio con el descanso y la sobreexplotación a la que, de un tiempo a esta parte, se está sometiendo a la plaza del Cristo.

En la asamblea también estuvieron presentes el concejal de Sí se Puede, Juan Miguel Mena, quien recogió el guante para la posible presentación de una moción al respecto, y el coordinador del equipo de trabajo de la ordenanza para la convivencia, José Carlos Marrero.