La Noche en Blanco que celebró ayer La Laguna madrugó con respecto a otros años, siendo protagonistas los niños, ya que, desde las 10:00 horas, el casco histórico era casi intransitable, pues muchos padres se adentraron a sus hijos desde dos años de edad, incluso menos, para disfrutar de dicha celebración con una amplia oferta de talleres y actividades infantiles que el ayuntamiento organizó y que se centraron, principalmente, en la calle de San Agustín, y delante de la Casa de los Capitanes, con una torre gigante multiaventura en la que los pequeños hicieron escalada y se deslizaron por la tirolina.

Ana y Silvia, con sus cuatro hijos de 3 años de edad, mostraron su satisfacción por tantos actos infantiles, mientras que la lagunera Verónica Afonso, con sus gemelos próximos a cumplir los 2 años de edad, dijo: "Vengo con mis niños para que disfruten por la mañana de tantos actos organizados para la población infantil. Esta noche ellos se quedarán en casa y yo vendré a divertirme con la amplia oferta de actividades que nos brinda la Noche en Blanco".

El primer acto en importancia daba comienzo a las 10:30 horas con la celebración del 25 aniversario de la popular papelería y tienda de productos de regalo Pajarita de Papel, en la que sus propietarios, Mari Carmen Rodríguez Rivero y su marido y su hijo, Enrique García Melón y Jorge Melón Rodríguez, recibieron una distinción de manos del alcalde, Fernando Clavijo, acompañado de la concejal de Patrimonio, Julia Dorta. El interior de este comercio estuvo repleto de gente y clientes, y en la calle hubo una gran concentración con la actuación contratada por Pajarita de Papel del grupo de rock Fran Baraja y la Banda Reparte. En la citada tienda hubo un brindis con chocolate y pastas en formas de pajarita. La mercería Nieves, acto seguido, fue distinguida, también por el alcalde, por sus Bodas de Plata, cuyos propietarios agasajaron con vino y productos típicos del país.

La ciudad vivió una gran Noche en Blanco con más de 200.000 personas personas. El alcalde, Fernando Clavijo, dio a las 19:30 horas la cifra de más de 180.000 personas, pero a las dos horas se sobrepasó, aproximándose a las 300.000, no sólo por las numerosas actividades celebradas, sino por el concierto del grupo Revólver en la plaza del Cristo, momento en el que seguían llegando personas a la ciudad. Todos ellas disfrutaron de actividades culturales, actuaciones musicales por las calles de la ciudad, exposiciones, jornada de puertas abiertas en varios edificios emblemáticos, visitas guiadas por los elementos más representativos del patrimonio municipal, talleres infantiles, teatro, proyección de cortometrajes, conciertos de formaciones musicales como la del Orfeón La Paz, exhibición de bailes de Break Dance y Hip Hop, danza, desfiles de moda, catas de vino, animación y dinamización en las principales calles y plazas, y una amplia oferta comercial, de restauración y de ocio abierta hasta la madrugada, todo ello repartido entre el casco y los barrios de San Juan y San Benito.

En Heraclio Sánchez hubo un gran ambiente, sobresaliendo el pub Kapitel, cuyo personal sirvió copas a sus clientes vestidos de blanco. Un alto en el camino y entramos en el hotel Laguna Nivaria, donde informaron de que sus 79 habitaciones estaban ocupadas, ofertando como aportación a la Noche en Blanco una actuación en su interior, a las 20:00 horas, del Ballet de Carmen Blanco.

Los comercios de la ciudad ofrecieron descuentos comprendidos entre un 20% y un 50%, mientras que otro sector empresarial apostó por poner en la calle azafatas que ofrecían información en folletos sobre sus ofertas.

En la plaza de La Concepción, un año más, los Bomberos Voluntarios de La Laguna captaron la atención de los niños, que disfrutaron subiéndose a su camión o poniéndose el casco de los bomberos.

Al comienzo de la calle de Herradores la empresa Blanca Novia concentró a numeroso público con sus sorpresas: una exposición en la calle de maniquies luciendo trajes de fiesta, modelos en sus escaparates dando a conocer las nuevas tendencias en trajes de novia, el concierto de El Morocho y la actuación de una pareja que contrajo matrimonio este verano.

A las 12:00 horas, en el centro de la ciudad había una presencia de público superior a la de otros años, mientras que se producía un caos en la circulación, ya que los vehículos no podían avanzar al ritmo normal, dándose el caso que una joven tardó con su coche desde la plaza del Cristo a San Benito más de 40 minutos, lo que provocó el siguiente comentario de unos transeúntes: "Esto es una locura. Están todas las calles cerradas". Ello debido a que, según el público, no se organizaron bien vías para el acceso y salida de la ciudad. A pesar de ello, nada paró a que la celebración de 2012 fuera la Gran Noche en Blanco lagunera, a la que el buen tiempo ayudó.

La plaza del Cristo registró mayor concentración de público que otros años, pues los comerciantes del Mercado Municipal abrieron una tasca gigante bajo carpa de más de 1.000 metros cuadrados, los bazares del exterior del Mercado estuvieron abiertos hasta altas horas y tuvo lugar la actuación del afamado grupo Revólver.

Es la hora del almuerzo, los restaurantes y bares fueron desbordados, con algunos mejor organizados que el pasado año, como Casa Maquila que no apostó por la reserva de mesas, sino por dar de comer al público según llegaba y abrir en un salón un mostrador con pinchos y comida rápida y bebidas para agilizar la espera a quienes solo deseaban reponer fuerzas y seguir de fiesta. La pizzería Stefano''s fue desbordada por el público un año más.

La dulcería La Princesa, en la plaza de La Concepción, repartió en la calle sus pequeños suspiros laguneros con sabor a gofio. La boutique Azkalo, en la calle Núñez de La Peña, obsequió con champán y merengues, con la novedad de tapar el cristal de su escaparate y poner un orificio por el que al mirar la gente, aparecía la oferta en abrigos del 50%. En Heraclio Sánchez, la boutique Galiana agasajó a sus clientes con cava y música en directo en su escaparate por parte de dos dj.

Por tercer año consecutivo, la Noche en Blanco convirtió La Laguna en la capital de la cultura y el ocio a través de más de 100 actos en la calle que concluyeron más allá de las 2 de la mañana, mientras que los restaurantes, bares y cafeterías fueron los protagonistas, pues las tiendas de ropa sirvieron más como escaparates publicitarios de cara a los próximos días, aunque también vendieron mucho.