SI USTED, amigo lector, y usted, doña Agustina, que siempre me ha parecido el espíritu de la contradicción, se empeñaran en afirmar que la esquina más oscura de la Gramática es la Ortografía (ambas con mayúscula), yo me vería obligado a alinearme en el equipo contrario. O sea, en el que se defiende que la esquina más oscura es la Sintaxis, también con mayúscula.

Ya sé, señores, que existen las palabras acervo y acerbo, cuyos significados nada tienen en común. Y sé que existen los vocablos atajo y hatajo. Y recuerdo que, hace tres o cuatro décadas, me preguntó un niño por qué el nombre , que corresponde a un animal tan pequeñito se escribía con be grande, mientras que el nombre oveja, que hace referencia a un animal tan grande, se escribía con ve chica. No supe qué responderle, pero allá las s y las ovejas con sus problemas. Ya tengo bastante con los míos. La verdadera esquina oscura de la Gramática es la Sintaxis, como acabo de decir.

-Pero, tío: si basta con saber que el sujeto y el verbo concuerdan en número y persona y que el verbo haber puede ser algunas veces impersonal. No hay más problemas.

-Hay otros detalles muy importantes, Lolo. Pero sólo con lo que has dicho ya tenemos bastante. Existen cronistas, ensayistas, periodistas, profesores, escritores famosos... que no lo tienen claro.

-Eso es imposible.

-Óyeme bien; y tú también, Miki. Don Camilo José Cela dejó escritas estas palabras: "El número de páginas que ha de tener un libro son, al menos, doscientas".

Esto lo dice el Nobel en su libro "Los vasos comunicantes", pág. 153. No se dio cuenta don Camilo de que el sujeto de la oración no es páginas, sino número, que es el núcleo y va en singular. Por eso debió escribirse es en lugar de son.

Ni Lolo ni Miki se quedan satisfechos y me dicen que no tengo razón porque yo llamo sujeto al predicado y al revés; o algo parecido. (¿Estarán en lo cierto?). Les digo, además, que el señor Cela no trata de disimular, si es que de verdad se equivocó. En cambio no disimula ni pizca don Francisco Umbral cuando se equivoca.

-¡Y vuelta con Umbral y Cela! ¿Pero no tienes otros autores de los que hablar? ¡Qué pesadez!

-Miren: el tal don Francisco escribió una vez esto: "Lo que nos comunicamos, más que otra cosa, fue, fueron nuestras respectivas carencias". El señor Umbral empleó el verbo ser tanto en plural como en singular, como para curarse en salud. No estaba seguro de si el sujeto era "Nuestras respectivas carencias" o "Lo que nos comunicamos".

-¿Por qué eres tan malpensado, tío?

-Perdona, Lolo. El comentario no es mío, pero no puedo decirte el nombre de su autor. Un autor que también leyó esto en el mismo libro: "El poeta puro y maduro era o eran las vanguardias de entreguerras" ("Las ninfas", pág. 90). Por lo que se ve, el señor Umbral, ante sus dudas -todos las tenemos- decidió emplear el verbo en singular y en plural al mismo tiempo. Así no hay modos de equivocarse.

Lolo y Miki se callan, pero noto que algo cavilan en contra de mi opinión. Les digo luego que aquí, en casa, ocurre otro tanto. Hoy he leído: "A Mourinho no le gustó las facilidades que dieron en defensa". El técnico del Real Madrid (o el periodista que transcribió sus palabras) debió escribir gustaron, en lugar de gustó. Pero así son las cosas. Y uno, a pesar de su buena voluntad, no puede arreglar estos problemas. Incluso, como ya dije, podría ser que fuera yo el equivocado. Y entonces sí que la habría hecho buena.

Dejo en paz a los señores Cela y Umbral para consolar a mi sobrino y también a su amigo. Paso ahora a don Marino Gómez Santos. En uno de sus libros he leído estas palabras: "En casa de los Marañón se comentó ampliamente (...) las declaraciones públicas hechas por Galdós".Ya ven ustedes: se pretende que concuerden comentó con las aclaraciones, cuando lo correcto es decir comentaron en lugar de comentó, porque las declaraciones fueron muchas, según deduzco de la lectura. Y, claro, esto pone a la Sintaxis en un lugar muy bajo.

-¿Lo comprendes, Lolo? No son rencores míos, sino casos que se producen cada día cuando escribimos. Entiéndelo. Aunque me parece que tú no vas por ese camino.