La canciller alemana, Angela Merkel, se mantuvo ayer en su línea de pedir cambios en los tratados europeos para hacer frente a la crisis de la deuda de forma duradera y rechazar medidas como la emisión de eurobonos o mayor acción del Banco Central Europeo (BCE).

La crisis, según Merkel, es algo que no se puede resolver de un solo golpe y que requiere un largo aliento y que implica ir a las causas de los actuales problemas europeos sobre las que, según ella, hay acuerdo en Europa.

"La crisis no se resuelve de un solo golpe, no hay una solución mágica como muchos parecen creer. Se trata de un proceso que durará años", dijo Merkel.

De un lado, se requiere, según Merkel, poner en orden los presupuestos de los países en problemas, pero eso no es suficiente porque, según la canciller, en buena parte la crisis europea es una "crisis de confianza".

Por ello, y para recuperar la confianza, Merkel apuesta por cambios en los tratados europeos con la introducción de reglas más rígidas con sanciones automáticas y, además, con la eliminación de lo que ella llama "errores de construcción" de la unión monetaria.

El camino, según Merkel, es largo y difícil y a ese respecto utilizó la metáfora de un corredor de maratón para el que "la parte más difícil de la carrera empieza en el kilómetro 30, pero tiene que estar consciente desde el comienzo de la dimensión de la tarea que le espera".

Se trata, según la canciller, de la crisis más dura desde la introducción del euro y "probablemente la más difícil de la historia de la UE" pero eso no debe hacer que se pierda de vista que ya se han dado pasos importantes hacia la solución de los problemas.

"Hemos logrado un acuerdo sobre las causas de la crisis, discutimos sobre detalles, pero sabemos qué es lo que tenemos que resolver", dijo.

La meta es lo que Merkel llama una unión fiscal, con instituciones fuertes con capacidad de intervenir en caso de que no se respeten las reglas y también con instrumentos para prevenir y resolver crisis antes de que estallen.

Concretamente, Merkel dijo que se debe pasar de tener criterios de referencia -el actual 3% del PIB para el déficit y el 60% para la deuda- a tener criterios vinculantes cuyo cumplimiento se controle y cuyo incumplimiento traiga sanciones automáticas.

A través de ello, según Merkel, se podría crear una especie de freno a la deuda en toda la eurozona. Dijo que irá a la cumbre con el propósito de lograr un acuerdo para introducir modificaciones en los tratados, para lo cual el lunes definirá una posición común con Sarkozy. Si una modificación de los tratados no fuera posible, habría una alternativa con nuevos tratados dentro de los países de la eurozona pero, dijo Merkel, esa no sería la solución óptima. Los eurobonos no entran en sus planes ni al inicio ni al final del proceso.

Eurobonos

"El que aún no haya entendido que los eurobonos no son la solución a la crisis es porque no ha entendido la crisis", dijo Merkel. Tampoco una mayor intervención del BCE es vista por Merkel como parte de la solución: "La función del BCE es preservar la estabilidad monetaria. El BCE tiene funciones distintas a los bancos centrales de EEUU o de Reino Unido", recalcó.

Por otra parte, los mercados cerraron su mejor semana desde que estalló la crisis en 2008. La reciente inyección de liquidez anunciada por los bancos centrales y las expectativas ante la reunión del Consejo Europeo del día 9 dispararon al principal indicador de la bolsa española, el IBEX 35, hasta los 8.556,6 puntos. Este auge fue compartido por el resto de grandes parqués europeos, iniciando la recuperación con una subida semanal del 11,04% en Milán, el 10,78% en París, el 10,7 % en Fráncfort y el 7,51 % en Londres.