La secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton, y la líder opositora birmana, Aung San Suu Kyi, acordaron ayer apoyar al Gobierno para impulsar la reforma que ha hecho aflorar una primavera política en Birmania tras más de medio siglo de régimen militar.

Clinton y Suu Kyi se reencontraron para mantener conversaciones sobre el plan de la activista de presentarse como candidata a uno de los 46 escaños vacantes del Parlamento, en los comicios que se celebrarán el próximo año, y examinar juntas las vías por las que impulsar los cambios políticos en el país.

"Confío mucho en que si trabajamos juntos no habrá vuelta atrás en el camino hacia la democracia", dijo la nobel de la paz a los periodistas al final de la reunión de hora y media de duración con la jefa del departamento de Estado en la casa de la activista.

Suu Kyi, quien la noche anterior compartió una cena privada con Clinton en la residencia oficial del jefe de la misión diplomática estadounidense, en Rangún, matizó teniendo a lado a su huésped que: "No estamos todavía en el camino, pero esperamos estar lo antes posible con la ayuda de nuestros amigos".

La líder de la Liga Nacional por la Democracia (LND), formación que ganó por amplia mayoría los comicios de 1990 y cuyos resultados nunca fueron aceptados por el anterior régimen, agradeció a EEUU su decisión de desbloquear el acceso de Birmania a la asistencia del FMI, Banco Mundial y de otras instituciones financieras internacionales.

Clinton reiteró que valorarán el avance de la reforma en conjunto acometida por el Gobierno del presidente birmano, Tein Sein, antes de levantar las sanciones que impuso al país hace ya casi dos décadas en respuesta a sistemática violación de los derechos humanos.

"Vamos a examinar acción por acción y si el progreso es suficiente consideraremos la retirada de las sanciones", dijo la secretaria de Estado en rueda de prensa posterior a su encuentro con representantes de la sociedad civil en la sede de la misión diplomática, ubicada a unos cientos de metros de la casa de Suu Kyi.

También antes de finalizar a su visita, Clinton anunció una ayuda de 1,2 millones destinada a financiar microcréditos, de lucha contra el sida y otras enfermedades, así como de rehabilitación de birmanos amputados por minas antipersonales. Antes, Suu Kyi instó al Gobierno afín a los militares a liberar a los presos políticos que siguen en prisión.