El primer ministro italiano, Mario Monti, afirmó hoy que fuera del euro y de la Unión Europea (UE) solo queda el "abismo" y la "pobreza", por lo que aseguró que no existe otra alternativa para Italia que llevar a cabo "sacrificios" para sentar las bases de un futuro período de crecimiento económico.

Durante una comparecencia ante la Cámara baja, el jefe del Ejecutivo tecnócrata apeló a la responsabilidad que tiene Italia con respecto a sus socios de la eurozona, pues el futuro del euro, a su juicio, depende también de las medidas que las autoridades italianas adopten en las próximas semanas.

"Fuera del euro y de la casa común de la Unión Europea solo queda el abismo, la pobreza y el estancamiento, la caída de las rentas, el aislamiento y, sobre todo, la ausencia de futuro para el país y las jóvenes generaciones. No hay alternativa", incidió Monti.

"Los sacrificios de hoy nos dan la esperanza de poder construir en el futuro las bases de un periodo de crecimiento (...) Las intervenciones pretenden devolver a Italia la dignidad de uno de los países fundadores de la Comunidad Europea", agregó.

Monti compareció ante el pleno de la Cámara de los Diputados italiana para ilustrar el contenido del plan de ajuste presupuestario y de reformas económicas de 30.000 millones de euros aprobado ayer por su Gobierno.

En este sentido, el jefe del Ejecutivo italiano indicó que la "reducción de la deuda pública" del país, cifrada en torno al 120 % del PIB, es una "exigencia total" y aseguró que Italia estará "en disposición" de superar el proceso de vigilancia sobre su economía que llevan a cabo las instituciones internacionales, entre ellas la Comisión Europea (CE).

"El esfuerzo que se pide al país no solo es grande, sino también urgentísimo. Solo creando nuevamente un robusto superávit en las cuentas públicas y respetando los compromisos asumidos a nivel europeo es posible volver al crecimiento y a la creación de empleo. Este esfuerzo no será suficiente si cada ciudadano no intenta salvar a Italia con su pequeña contribución personal", comentó Monti.

El primer ministro, quien afirmó que Italia no caerá y pidió "sacrificios a todos los grupos sociales", aludió al hecho de que la prima de riesgo de la deuda italiana haya descendido este lunes por debajo de los 380 puntos básicos, muestra, según él, de que hay una "atención positiva" ante el plan aprobado ayer.

Destacó que "el futuro del euro depende también de las elecciones que Italia está tomando: si Italia no fuera capaz de invertir la espiral negativa del crecimiento de la deuda devolviendo la confianza a los mercados internacionales, habría consecuencias dramáticas que podrían empujar hasta poner en riesgo la supervivencia de la moneda común".

"La reducción de la deuda pública es una exigencia vital y cualquier desviación hace que corramos el riesgo de adentrarnos en un abismo", añadió.