Juan Antonio Martín y Jonay Martín no son hermanos, aunque mucha gente lo crea, pese a la coincidencia en el apellido. Amigos desde la adolescencia, ambos son naturales de la villa de La Orotava y licenciados en Bellas Artes. Jonay, de 29 años, y Juan Antonio, de 27, son los "padres" de un cómic dibujado, guionizado y autofinanciado por ellos mismos sobre la Conquista de Canarias. Lo han llamado "Imidawen" (Compañeros) y el primer número, "Vientos de guerra", lo presentaron el pasado mes de septiembre en el marco de la feria de Pinolere. Ya trabajan en el segundo capítulo, titulado "Pactos de sangre", de esta historia ilustrada sobre el mundo prehispánico que esperan pueda tener continuidad.

"Tuvimos la idea -aseguran- cuando estudiábamos en la Facultad. Hace un año nos pusimos manos a la obra con la ayuda de otro amigo historiador, Zebensui López, que supervisa los guiones. Tomamos como base el libro Historia del mundo guanche, de Bethencourt Afonso, y nació la primera entrega, Vientos de guerra".

"Los Martín" coinciden en sus referentes en el mundo del dibujo, Asterix y Obelix como personajes, y la escuela francesa de Uderzo, Tarquin o Moebius en cuanto a los historietistas.

En su día, ambos se plantearon el objetivo de contar la historia de la Conquista de Canarias en formato cómic, atractivo y moderno, pero con rigurosidad. "Sólo conocemos algunas publicaciones puntuales, centradas en personajes, pero ninguna historia completa".

Los autores hacen su particular declaración de intenciones: "No está dirigido a los niños, pero sí resulta entretenido. Contamos batallas y otros acontecimientos, pero también el mundo guanche desde el punto de vista etnográfico, antropológico e histórico".

El proceso creativo y de elaboración ha estado marcado por la autogestión. Ambos elaboraron guiones y dibujos "de forma manual", cuentan Juan y Jonay, para añadir: "Desde el bocetaje, el diseño y el entintado con tinta china, todo es artesanal. El coloreado es lo único que hicimos después con el ordenador."

El primer capítulo, "Vientos de guerra", que tiene doce páginas, ocho de ellas de ilustraciones, narra los conflictos entre los menceyatos de Tenerife antes de la llegada de los castellanos. Los protagonistas, Bencomo y Añaterve, menceyes de Taoro y Güímar, respectivamente, se enfrentan por el liderazgo de Achinech. También recrean "con la licencia que nos permitimos como artistas", advierten, algunos personajes secundarios, más o menos reales, como Teguaco, Tinguaro o Emotio, guerreros de uno y otro bando.

La acción de "Imidawen" arranca en Tenerife a finales del siglo XV, antes de la llegada del Adelantado Alonso Fernández de Lugo, quien aparecerá "en lontananza" en el segundo número. Jonay y Juan Antonio ya tienen en mente que serán cinco las entregas necesarias para completar su historia sobre la conquista de la isla, concluida oficialmente en 1496. En esos próximos números, "que serán más amplios porque las tramas se complicarán", señalan los autores, el lector podrá visualizar batallas tan trascendentes y míticas como las de La Matanza y La Victoria, o la de Aguere, que puso fin de manera oficial a la conquista de Tenerife, aunque hubo una seria resistencia posterior. El proyecto no acaba aquí, ya que pretenden abarcar la historia de la conquista de todo el Archipiélago.

Un narrador omnisciente, Cristóbal Hernández, es el nexo que une los acontecimientos. Personaje histórico, que se dice nieto de Bencomo, fue trasladado por los castellanos a la Península, se formó en leyes y de vuelta a Tenerife escribió la historia.

Aquellos manuscritos, según explica Zebensui López, fueron relatados años más tarde por Bethencourt Afonso, quien los conoció por transmisión oral, a través de terceros que decían haberlos leído. "De los historiadores y cronistas es el más minucioso. Probablemente añade muchas aportaciones personales y no es de lo más riguroso, pero resulta el más adecuado para este tipo de trabajos", puntualiza López.

Diseños con rigor

En los textos de Afonso se basaron Juan y Jonay para dibujar añepas y banots, los signos que distinguían las castas, los tatuajes y las vestimentas. Destacan los artistas "la macana del guerrero de Güímar Emotio, hecha con una piedra de molino, que resultaba devastadora para sus adversarios en el combate cuerpo a cuerpo".

El cómic guanche, "o mejor colorín, que es más canario", puntualizan, fue presentado en septiembre en la Feria de Pinolere. "Gustó mucho, sobre todo que tuviera un número uno en la portada para anticipar una serie". La primera tirada, de solo doscientos ejemplares, se agotó y están ahora en plena distribución de la segunda, en la que se han editado otros doscientos. Lo han pagado todo con dinero de sus bolsillos y el apoyo de algunas empresas y colectivos que se anuncian en la contraportada. Ahora, con el primer número en la mano, toca buscar una editorial que los respalde.

Avance: en el episodio número 2 de "Imidawen", titulado "Pactos de sangre", se contará la entrada de los castellanos en la isla por el Valle de Güímar y sus primeros contactos con la población aborigen. Continuará...