El eurodiputado francés del grupo de Los Verdes José Bové presentó hoy al resto de la comisión de Comercio Internacional de la Eurocámara su propuesta concreta para pedir que el rechazo del acuerdo de pesca entre la UE y Marruecos se haga también extensible al convenio agrícola.

Bové, que como el resto de eurodiputados de su familia política pugnaron la semana pasada por interrumpir el acuerdo de pesca con el país magrebí, pide que se diga no al acuerdo agrícola tanto en el voto en comisión (previsto para el 25 de enero) como en pleno (en febrero).

Los eurodiputados españoles de esta comisión parlamentaria, tanto del PP como del PSOE, tienen previsto votar en contra del informe Bové e introducirán enmiendas al mismo, según explicaron fuentes de ambas formaciones.

En la recomendación del eurodiputado galo se sostiene que el acuerdo negociado "dañará al sector de frutas y hortalizas comunitario", un sector que, dice, "se ha visto perjudicado por su marginación en las ayudas de la Política Agraria Común (PAC), así como por la crisis del pepino".

Bové también saca a colación irregularidades derivadas de la importación de tomates de Marruecos, como destacan varios informes de la Oficina europea antifraude (OLAF), así como los pésimos jornales que reciben los trabajadores en el país magrebí.

Desde el punto de vista medioambiental, el informe apunta que Marruecos está produciendo en zonas casi desérticas, lo que obliga a usar diez veces más agua de la habitual para los cultivos de frutas y hortalizas.

En España ya ha mostrado su apoyo al rechazo del acuerdo la Federación Española de Asociaciones de Productores Exportadores de Frutas, Hortalizas, Flores y Plantas Vivas (FEPEX), al considerar que dicho acuerdo ya está teniendo consecuencias negativas para los productores tanto en el ámbito del empleo como de la viabilidad económica de las importaciones.

Según la FEPEX, el acuerdo ya ha provocado la destrucción de 12.500 puestos de trabajo.