El Senado italiano aprobó ayer de modo definitivo el plan de ajuste de más de 30.000 millones de euros del primer ministro, Mario Monti, la primera reforma de calado promovida por el Gobierno tecnócrata desde que llegara al poder a mediados de noviembre.

Por 257 votos a favor y 41 en contra, el Senado ratificó el texto mediante una cuestión de confianza planteada por el Ejecutivo para acelerar el trámite, después de que el plan fuera ya aprobado por la Cámara de los Diputados el pasado viernes.

Esta supone la segunda cuestión de confianza a la que se somete con éxito el Gobierno tecnócrata tras su investidura, después de que hiciera lo mismo el pasado viernes en la Cámara de los Diputados para acelerar los trámites de aprobación del plan, pues este recurso permite evitar el debate de las enmiendas.

Como ocurrió entonces en la Cámara baja, tanto la Liga Norte (LN), antiguos socios de Gobierno de Silvio Berlusconi, como Italia de los Valores (IDV) votaron "no" al plan de ajuste, un rechazo al que se sumaron ayer los grupos minoritarios Sudtiroler Volkspartei y Union Valdotaine.

El portavoz de IDV en el Senado, Felice Belisario, indicó que el plan de austeridad de Monti, que sufrió sustanciales cambios en su paso por las comisiones de la Cámara baja y que fue redactado por el Ejecutivo en 17 días, es "desequilibrado y depresivo" en términos económicos.

En contra

"Nosotros queremos que los sacrificios los hagan de verdad todos. Espero que el comportamiento del Gobierno nos pueda permitir mejorar las medidas y quizá, por qué no, también votarlas, pero con la consciencia de que piensan en el bien de todos", indicó Belisario.

Por su parte, el portavoz de la LN, Federico Bricolo, reprochó a la mayoría de los senadores que se hayan "indignado" por sus airadas protestas en el pleno, pues, dijo, no tienen que olvidar que el Parlamento representa al pueblo y hay "miles de personas que no están de acuerdo con este plan de ajuste y piden que se escuche su voz".

Una vez más tanto el partido conservador de Berlusconi, el Pueblo de la Libertad (PDL), como el de centroizquierda Partido Demócrata (PD) y el llamado "Tercer Polo" de centroderecha dieron su apoyo al Ejecutivo "por responsabilidad", aunque insistieron en que había cosas que se podrían haber mejorado en este plan de ajuste.