Los miembros del nuevo Gobierno de Mariano Rajoy tomaron ayer posesión de sus cargos con una apelación común al diálogo y la fijación del crecimiento económico y la creación de empleo como principales objetivos. El nuevo Ejecutivo llega al poder, según explicó la vicepresidenta y portavoz, Soraya Sáenz de Santamaría, en un momento de "responsabilidad histórica" y consciente de que de él depende en buena medida el bienestar de los ciudadanos.

La número dos del Gobierno, que estuvo acompañada por Rajoy en el acto de posesión, aseguró que dialogará con todas las fuerzas políticas, ya que "se puede tener razón, pero todos pueden tener sus razones, y del contraste de razones siempre vienen las mejores soluciones".

A este acto acudió el director del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), Félix Sanz Roldán, después de que ayer se conociera que este organismo pasa a depender de la vicepresidenta y no de Defensa.

De esta forma, el CNI pasará a depender a partir de ahora del Ministerio de la Presidencia. Así lo establece el real decreto que reestructura los departamentos ministeriales del Ejecutivo de Rajoy, en su disposición adicional segunda.

Los servicios de inteligencia españoles se desvinculan así del Ministerio de Defensa, de los que dependían orgánicamente.

El CNI es el organismo público responsable de facilitar al presidente del Gobierno y al Gobierno de España las informaciones, análisis, estudios o propuestas que permitan prevenir y evitar peligros, amenazas o agresiones contra la independencia o integridad territorial de España, los intereses nacionales y la estabilidad del Estado y sus instituciones.

Llamada al diálogo

Esta llamada al diálogo apareció en la mayoría de los discursos que dieron los nuevos ministros, tras haber jurado su cargo ante el Rey en el Palacio de la Zarzuela.

El titular de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, dijo que trabajará para que España salga pronto de la crisis, pero no haciendo recortes, sino reformas. "Hagamos del Estado un trampolín para recuperar el crecimiento, crear empleo y salir de la crisis", añadió Montoro.

Durante su toma de posesión, el titular de Exteriores, José Manuel García-Margallo, fijó como su primer objetivo aumentar el protagonismo de España en la UE.

El ministro de Defensa, Pedro Morenés, quiso también "abrir el camino a toda colaboración posible para que la Defensa de España y fundamentalmente las Fuerzas Armadas tengan prestigio, cariño, medios y el agradecimiento de toda la sociedad".

Los integrantes del primer Ejecutivo de Rajoy lanzaron también algunas propuestas de reforma, como el de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, que anunció su intención de modificar el procedimiento para nombrar a los vocales del Consejo General del Poder Judicial y los requisitos para acceder a magistrado del Tribunal Constitucional.

Este fue uno de los compromisos adquiridos por el nuevo titular de Justicia en el acto de toma de posesión de su cargo en el que, como ya anunció el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en el discurso de investidura, reiteró que de forma inmediata se pondrá a trabajar con el objetivo de conseguir la renovación pendiente del TC en diálogo permanente con la oposición.

Asimismo, Gallardón avanzó que elaborará desde el Ministerio de Justicia un Estatuto de la Víctima, que recoja "sus derechos y los medios a la información, protección jurídica y asistencia social y psicológica".

Desde el Ministerio de Fomento, adelantó su nueva titular, Ana Pastor, se luchará para que las infraestructuras sean un elemento de cohesión territorial y de igualdad de oportunidades y se dará prioridad a las inversiones que sean más rentables y eficaces.

También habló de reformas la titular de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Ana Mato, quien señaló como sus principales prioridades la sanidad universal, los avances en igualdad y el apoyo a la familias.