Francisco Hernández Hernández, el párroco de García Escámez, en Santa Cruz de Tenerife, no siente que haya sido él quien ha repartido millones y quiere que todo el protagonismo recaiga sobre los feligreses del barrio.

La parroquia de esta barrio, como suelen hacerlo todas, vendió Lotería de Navidad. Un total de 250 décimos del 66832 que resultó agraciado ayer con el cuarto premio. Esto suma un total de cinco millones de euros que se han repartido en una zona donde hay mucho paro. "Gente pobre, gente necesitada", resume el sacerdote.

"Yo estoy muy contento por los demás", dice, y comenta que hay muchas historias en este reparto.

"El último caso fue una señora mayor que vino el domingo pasado con 16 euros, le faltaba hasta completar los 23 euros. Había estado ahorrando para ver si Dios le daba suerte porque lo estaba pasando muy mal con una hija enferma, el marido enfermo y una paga no contributiva".

Casos de necesidad, como el mencionado, asegura el sacerdote que hay muchos, aunque también de generosidad. Es el caso de un matrimonio que fue a bautizar a su hijo, pero que reconoció, con apuro, que no podía ofrecer ningún donativo. "Entonces, una persona que estaba mi lado le dio su número de lotería. Una persona muy generosa", explica.

"Todo el señor lo premia", considera. "Sé de muchas familias que están en paro, en situaciones al límite y estoy contentísimo por eso", dice.

La parroquia, además, podrá comprar unos nuevos bancos "porque hay un problema importante de polilla". "Vamos a adquirir bancos más resistentes", explicó el sacerdote.