El Gobierno francés recomendó hoy que se retiren las prótesis mamarias de la marca PIP a título "preventivo y sin carácter de urgencia", incluso si los implantes no muestran signos de deterioro.

En Francia, los medios de comunicación locales calculan que en torno a 30.000 mujeres utilizan prótesis PIP (Poly Implants Prothèses), de las 300.000 personas que con ese tipo de implantes en el mundo.

Por su parte, el Instituto Nacional del Cáncer entregó un informé al Gobierno en el que dice que esos implantes no aumentan el riesgo de cáncer en comparación con otras prótesis.

El Ejecutivo tomó esa decisión, sin precedentes en la historia de la cirugía plástica, y solicitó a las portadoras que se las retiraran, ya que algunas contienen silicona industrial de uso no médico, que incrementa el riesgo de que su funda sufra una ruptura.

El ministro de Sanidad, Xavier Bertrand, quiere que se proponga a las mujeres "la extracción de las prótesis, incluso sin que haya un signo clínico de deterioro", señaló en un comunicado.

Hasta ahora, las autoridades sanitarias solo habían recomendado a las mujeres con implantes PIP someterse a exámenes clínicos y radiológicos para garantizar el buen estado de éstos.

Las autoridades sanitarias tomaron esa decisión tras sospechar de que esas prótesis causaron la muerte de por lo menos una mujer.

La precisión llega después de que el director general de la Sanidad francesa, Jean-Yves Grall, revelase la semana pasada que se han detectado ocho casos de cáncer en pacientes con PIP, sin establecer una relación.

Tras haber recibido el pasado noviembre 2.000 querellas, la Fiscalía de Marsella abrió una investigación por "lesiones y homicidio involuntario" sobre tales implantes, meses después de que en marzo de 2010 las autoridades galas retiraran ese gel del mercado y pidieran a sus portadoras que se hiciesen una revisión médica.