Cinco personas han sido detenidas en Zaragoza por presuntos delitos de estafa y de blanqueo de capitales, en una operación internacional contra el fraude en Internet que se inició en Alemania y que reportó a la red más de cien mil euros.

Las investigaciones se iniciaron el pasado mes de mayo a partir de una solicitud de cooperación internacional procedente de la Fiscalía de Ausburgo (Alemania) vinculada a una denuncia de una persona de dicho país que había sido objeto de una estafa al adquirir un turismo de alta gama a través de Internet.

Según informa la Jefatura Superior de Policía de Aragón, el modo de operar de los detenidos, tres hombres y dos mujeres de nacionalidad rumana residentes en Zaragoza, consistía en publicar ofertas falsas de vehículos de alta gama en páginas internacionales de Internet de venta de productos de segunda mano.

Para perpetrar la estafa, la red abrió medio centenar de cuentas bancarias en entidades financieras de Zaragoza para cobrar el dinero de sus víctimas y retirarlo con rapidez hacia otros depósitos.

Mediante este sistema, esta organización logró estafar, presuntamente, a personas de varios países europeos como Alemania, Dinamarca, Polonia, Inglaterra, Italia o Bélgica.

Entre los detenidos se encuentra el organizador y creador de este grupo criminal, quien se servía del resto de miembros de su organización para abrir las cuentas sin dejar rastro alguno de su identidad.

Con las claves electrónicas de estas cuentas y las tarjetas bancarias, el cabecilla del grupo realizaba sus supuestas actividades fraudulentas desde su domicilio, donde la policía localizó abundante documentación bancaria referida a los delitos llevados a cabo.

Según las fuentes citadas, el total de personas perjudicadas se sitúa en unas cuarenta, todos extranjeros y residentes en países de la UE, y el total de dinero defraudado asciende a 100.000 euros.

La investigación policial permitió identificar en una primera instancia a las personas que abrieron las cuentas receptoras del dinero defraudado a las víctimas de la estafa, aunque la localización del cabecilla se prolongó en el tiempo.