El nuevo ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert, tiene la intención de "enfriar" la "patata caliente" que supone el reglamento de la ley Sinde y considera prioritario conseguir la protección adecuada del derecho de propiedad intelectual.

Así lo puso ayer de manifiesto Wert en el acto de traspaso de carteras, que ha recibido de manos de sus antecesores en Educación y Cultura, Ángel Gabilondo y Ángeles González-Sinde, respectivamente.

En un acto celebrado en la sede del Ministerio de Educación, tras jurar ante el rey Juan Carlos en el Palacio de la Zarzuela, Wert apostó por el derecho de la propiedad intelectual y se ha referido a algunas "patatas calientes" que hereda en materia de Cultura.

Entre ellas, el reglamento que desarrolla la Ley Sinde, que quedó sobre la mesa en el penúltimo Consejo de Ministros presidido por José Luis Rodríguez Zapatero, ante las discrepancias que había en el Gobierno socialista y la reacción que se produjo en la red.

El nuevo titular de Educación, Cultura y Deporte destacó la importancia del patrimonio cultural y de la "comunicación" cultural con las Comunidades Autónomas que tienen transferidas las competencias en esta materia.

Además, expresó su intención de fortalecer la "marca España" y ha recordado que este país es admirado no solo por su "stock" cultural material sino también por su creatividad, por su innovación y "por la condición vibrante de su cultura".

Wert resaltó su intención de desarrollar sinergias en los ámbitos educativo y cultural para poder enfrentarse al reto de "hacer más con menos".

En el acto de traspaso de cartera, González-Sinde agradeció la labor desarrollada por su equipo y los funcionarios del departamento que ha dirigido durante casi tres años y recalcó la transformación vivida por la cultura que ha situado a este sector "en un lugar donde antes no estaba".

La exministra pidió a su sucesor en el cargo, que tendrá su despacho en la sede del Ministerio de Educación, que acuda frecuentemente al de Cultura, que, garantizó, será "su casa".

El Ministerio de Educación, Cultura y Educación, según publicó ayer el Boletín Oficial del Estado, contará con una Secretaría de Estado de Cultura, cuyo titular será nombrado por el Consejo de Ministros.

José Ignacio Wert, abogado y sociólogo experto en estudios de audiencia y mercado, ha regresado a la política 24 años después de salir de ella, donde militó primero en la UCD y después en el PDP.

Recelo por la supresión.- Representantes del mundo de la cultura han recibido con recelo la desaparición de un ministerio independiente tras la decisión del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, de integrar en un mismo departamento Educación, Cultura y Deportes, con José Ignacio Wert de titular. Así, el presidente de la Academia del Cine, Enrique González Macho ha declarado: "Creo que es una rebaja de estatus, no le encuentro mucho sentido, se queda en menos de lo que era el Ministerio de Cultura". Además de González Macho, quien ha expresado su inquietud por ver qué pasa con el ICAA, otros profesionales del cine han mostrado su desconfianza: "Me entristece enormemente ver que la Cultura no puede soportar por sí misma un Ministerio, ha manifestado en este sentido el director Álex de la Iglesia.

Competencias y ayudas.- El director de la Real Academia Española, José Manuel Blecua, también se ha mostrado claramente partidario de mantener un Ministerio específico de Cultura "porque tiene una serie de competencias extraordinariamente complejas aunque haya muchas cosas transferidas". Por su parte, Víctor García de la Concha, director honorario de la RAE, considera "secundario" el que la política cultural dependa de un ministerio o de una secretaría de Estado. Lo importante es que "se abra un debate serio sobre las subvenciones que se conceden al cine, al teatro, a la música, etc.", sobre "la proyección de la cultura española en el exterior" y acerca de "cómo se articula la labor del Estado con la de las comunidades autónomas" que tienen transferidas las competencias en este apartado.

"La clave: que cace ratones".- El portavoz de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE), Sabino Méndez, expone su parecer con una analogía: "Gato blanco o gato negro, lo importante es que cace ratones". Lo fundamental -señala-, es que en el Ministerio haya buenos técnicos que conozcan el medio y aunque considera que el peso de la cultura en la economía, que representa un 3 por ciento del PIB, se merecería un ministerio independiente, explica que los autores comprenden estas decisiones que deben adoptarse "en tiempos de ajustes y crisis".

"Falta de visión"-En el mundo de la literatura y el pensamiento las opiniones divergen. Para el filósofo Fernando Savater, hubiera sido necesario un Ministerio de Cultura independiente, pues se necesita una cierta visión de conjunto para la defensa de intereses como, por ejemplo, la lucha contra la piratería". Más conciliador se ha mostrado el poeta Antonio Colinas, para quien Educación y Cultura son vasos necesariamente comunicantes. Sin embargo, advirtió del peligro de disolver o recortar competencias. "Recortar en cultura es una falta de visión de que lo que es la cultura", apostilla. La también escritora Rosa Regás juzga imprescindible un ministerio, y afirma que se equivocan quienes piensan que es la Economía es lo que hace cambiar las cosas, cuando la cultura es la base de todo". En la decisión de suprimir el departamento subyace la idea de que la cultura es un asunto menor, como también opina el narrador Javier Marías, quien recuerda que "justamente cuando no hubo ministerio fue durante la dictadura de Franco".