El presidente alemán, Christian Wulff, llamó en su mensaje de navidad a defender la democracia tras la conmoción motivada por los "asesinatos sin precedentes" cometidos por la célula neonazi recientemente revelada, responsable de la muerte de al menos nueve inmigrantes y una agente de la policía.

"Tenemos que estar dispuestos a la máxima vigilancia y compromiso en favor de nuestra democracia y la vida y la liberad de todas las personas de nuestro país", enfatizó Wulff, en el mensaje difundido hoy a los medios, que será emitido mañana domingo por televisión.

El presidente responde así a la alarma social y política desatada tras revelarse, el pasado noviembre, la existencia de una célula neonazi que, bajo el nombre de "Clandestinidad Nacionalsocialista" (NSU), atracó bancos y cometió hasta diez asesinatos, entre 2000 y 2007, aparentemente inmune a la acción policial.

El caso derivó en un reguero de críticas a la actuación de las fuerzas de seguridad y servicios de espionaje de Interior, al tiempo que desde el ámbito político se reabría el debate en torno a un nuevo proceso de prohibición del Partido Nacional Democrático (NPD), la principal formación de la ultraderecha alemana.

La trama neonazi fue revelada al aparecer muertos en una autocaravana dos miembros de la célula, Uwe Böhnhardt y Uwe Mundlos, que al parecer de suicidaron tras un atraco bajo el acoso policial.

A ello siguió el incendio de la casa donde convivían con la tercer miembro de la célula, Beate Zschäpe, que trató de ocultar las huellas haciendo estallar la vivienda, tras lo cual se entregó.

Zschäpe está en prisión preventiva, sin que se hayan revelado detalles de los interrogatorios policiales, como tampoco de los de otros tres cuatro presuntos cómplices detenidos posteriormente.

El tradicional mensaje de Wulff está enmarcado en la tempestad desatada en torno al crédito privado, estancias vacacionales y otros supuestos tratos de favor por parte de empresarios amigos del político, en su etapa como primer ministro de Baja Sajonia.

Wulff pidió disculpas el miércoles por no haber actuado "con rectitud" respecto al crédito, tras diez días de presiones sobre él que fueron en aumento ante el goteo de nuevas revelaciones de presunto amiguismo y tras quedar claro que no aludiría al caso en su alocución navideña, grabada el martes.

Desde la coalición de Angela Merkel -a cuya Unión Cristianodemócrata (CDU) pertenece Wulff- se pidió aparcar la cuestión hasta después de las fiestas, mientras la oposición insiste en que la disculpa no es suficiente.

Wulff asumió la presidencia en junio de 2010, a propuesta de Merkel y tras la renuncia de su correligionario Horst Köhler por unas controvertidas declaraciones relacionando la participación del ejército en Afganistán con intereses económicos.