El hijo menor del fallecido Kim Jong-il, Kim Jong-un, recibió hoy en Pyongyang a una representación privada de Corea del Sur en su primera reunión con ciudadanos del país vecino tras la muerte de su padre, en una nueva muestra de que el proceso de sucesión sigue avanzando.

La ex primera dama surcoreana Lee Hee-ho, de 90 años y viuda del ex presidente Kim Dae-jung, y la presidenta del grupo Hyundai, Hyun Jeong-eun, se entrevistaron con el joven Kim en el Palacio Memorial de Kumsusan, donde está instalado el velatorio del fallecido líder norcoreano.

Un portavoz del Ministerio de Unificación en Seúl, citado por la agencia surcoreana Yonhap, detalló que la delegación "visitó el palacio y expresó sus condolencias a Kim Jong-un".

Éste, por su parte, expresó su gratitud por la visita, indicó la agencia estatal norcoreana, KCNA, que detalló que en el libro de condolencias Lee plasmó su deseo de reunificación de ambas Coreas y Hyun destacó los esfuerzos de Kim Jong-il para la reconciliación.

Pese a que Seúl prohíbe a sus ciudadanos cruzar el paralelo 38 para viajar a Corea del Norte, se hizo una excepción con las dos mujeres porque Pyongyang envío en su día delegados a los funerales de Kim Dae Jung y del presidente de Hyundai y esposo de Hyun, Chung Mong-hun.

El primero, galardonado con el Nobel de la Paz, fue artífice de una política conciliadora que se tradujo en la histórica cumbre de las dos Coreas del año 2000, mientras que el segundo promovió importantes proyectos económicos intercoreanos.

Está previsto que las dos mujeres pasen la noche en la residencia oficial de invitados de Baekhwawon, la misma que años atrás acogió a dirigentes como el ex primer ministro japonés Junichiro Koizumi o el propio Kim Dae Jung.

Su regreso a Corea del Sur está programado para mañana, martes, antes de que el miércoles se celebre el funeral de Kim Jong-il, al que no han sido invitadas delegaciones extranjeras.

La visita de las dos mujeres obtuvo el visto bueno de Seúl, pero a Corea del Norte también logró llegar, de forma ilegal, un activista surcoreano residente en Francia que el sábado cruzó sin permiso la frontera norcoreana desde China, informó Yonhap.

La Fiscalía surcoreana abrió hoy una causa penal contra el activista, que si regresa a Corea del Sur será procesado por violar la Ley de Seguridad Nacional al realizar actividades que simpatizan con el régimen comunista del Norte.

Para un surcoreano, viajar al vecino comunista sin autorización conlleva penas de cárcel, castigo que el militante ya sufrió años atrás, cuando pagó con 30 meses entre rejas su primera incursión en el país vecino.

Además, la Policía de Corea del Sur anunció este lunes que castigará severamente a quienes intenten instalar en Seúl altares para honrar la muerte del fallecido dictador norcoreano, después de que activistas y estudiantes trataran de rendirle tributo con ofrendas de incienso en diversas áreas de la capital.

Mientras, Corea del Norte continúa con los preparativos del funeral de Kim Jong-il, que tendrá lugar el miércoles y seguirá las pautas del organizado en 1994 para su padre y fundador del país, Kim Il-sung, aunque en aquella ocasión ninguna representación surcoreana pública o privada cruzó la frontera.

Tras la ceremonia del miércoles, el jueves habrá un evento memorial nacional que incluirá disparos de duelo sincronizados en Pyongyang y todas las capitales de provincia, según KCNA.

Seguirán a los disparos tres minutos de silencio, y después todos los trenes y barcos harán sonar sus bocinas al unísono.

En paralelo a estos preparativos, la maquinaria de Estado de Corea del Norte trabaja sin descanso para legitimar a Kim Jong-un, hijo menor del "querido líder", como su sucesor.

A pesar de su juventud -se estima que tiene menos de 30 años- y su escasa experiencia -fue promocionado a las elites políticas y militares en 2010-, el régimen de Pyongyang parece arropar a Kim Jong-un, confirmado hoy por el periódico del Partido de los Trabajadores (PTC) como líder de facto de la formación.

"Vamos a jugarnos la vida para proteger a la Comisión Militar Central, dirigida por el querido camarada Kim Jong-un", rezaba el diario Rodong Sinmun, en una afirmación que implica el control de Kim Jong-un sobre el PTC, principal órgano de poder político del régimen.

"Todas las organizaciones del Partido en el país defienden la ideología y el liderazgo del gran camarada Kim Jong-un con un pensamiento único", sentenció el Rodong Sinmun.

La afirmación del medio estatal norcoreano confirma que imponer la unidad es aún la estrategia de supervivencia del régimen, que no se puede permitir fracturas en el incierto período de transición que sigue a 17 años de poder absoluto de Kim Jong-il.