El Consejo de Seguridad de la ONU condenó hoy "en los términos más firmes" los atentados islamistas de Navidad contra iglesias en Nigeria, que dejaron al menos 40 muertos, y pidió a los Estados miembros del organismo que colaboren con las autoridades nigerianas para encontrar y juzgar a los autores.

"Los miembros del Consejo de Seguridad condenan en los términos más firmes los ataques terroristas ocurridos en Madalla, Jos y Damaturu, que dejaron numerosos muertos y heridos", señalaron los quince integrantes del máximo órgano internacional de seguridad en un comunicado aprobado por unanimidad.

El Consejo de Seguridad tachó los atentados de "atroces" y transmitió sus "más sincero pésame y condolencias" a las víctimas de los ataques, sus familias y al pueblo y al Gobierno de la República Federal de Nigeria.

La secta islamista Boko Haram, que lucha por un Estado regido por la "sharia" (ley islámica) en el norte de Nigeria, de mayoría musulmana, se atribuyó el domingo los cinco atentados orquestados contra iglesias cristianas, que causaron al menos 40 muertos en la jornada de Navidad.

El norte de Nigeria se ha visto azotado este año por atentados atribuidos a este grupo radical, cuyo nombre significa "la educación no islámica es pecado".

Los miembros del Consejo de Seguridad subrayaron en el mismo comunicado "la necesidad de llevar ante la justicia a los autores de estos actos de terrorismo sin justificación, así como a quienes los planearon, financiaron o respaldaron", y pidieron a todos los Estados miembros de la ONU que colaboren con Nigeria "activamente" en ese sentido.

El máximo órgano de decisión de la ONU reiteró además su "determinación con la lucha contra cualquier forma de terrorismo" y recordó que "el terrorismo es un delito injustificable en todas sus formas, independientemente de su motivación, de su autor o del lugar o el momento en que se comete".

"El terrorismo no debería asociarse con ninguna religión, nacionalidad, civilización o grupo étnico", recalcó el Consejo de Seguridad en su comunicado.

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, ya condenó el mismo domingo los atentados y llamó a poner fin "a todos los actos de violencia sectaria en el país y reitera su firme convicción en que ningún objetivo puede justificar el recurrir a la violencia", según un comunicado del portavoz de Ban, Martin Nesirky.

La nueva ola de atentados en Nigeria supera el ataque más sangriento realizado hasta la fecha por el grupo terrorista, que se responsabilizó de uno en agosto contra la sede de la ONU en Abuya, en el que murieron 24 personas.