La tinerfeña Eli Chávez, con solo 21 años de edad, ha hecho historia con la selección española de balonmano femenino que recientemente obtuvo la medalla de bronce en el Campeonato del Mundo de Brasil. Eli Chávez volvió al pabellón Celestino Hernández orotavense para visitar a la cantera del BM Perdoma, un club donde dio sus primeros pasos como jugadora y desde donde dio el salto a la División de Honor. En esa emotiva jornada contestó a las preguntas de los más pequeños que ahora empiezan y firmó numerosos autógrafos.

Eli Chávez confiesa que ha realizado más entrevistas estos días que nunca, pero una medalla de bronce en un Mundial bien merece la pena. No hay que olvidar que en su curriculum figura también un subcampeonato de Europa con la selección española absoluta. Pese a los pocos días que pasará en Tenerife, Eli Chávez ha hecho hueco en su agenda para conceder a El Día una entrevista.

¿Cuál fue el partido más difícil de todo el Mundial?

Sin duda, el que nos enfrentó a la anfitriona Brasil. Aún sabiendo lo complicado del rival fuimos al campeonato a por todas.

El gol de la victoria lo dio Pinedo, pero usted estaba justo delante, ¿sabe a quién iba dirigido realmente el pase?

No lo sabemos. Marta Mangué nos dijo que vio a dos jugadoras españolas que iban al ataque, entonces ella lanzó el balón y lo cogió Pinedo, que fue la que tiró y no recuerdo mucho más. Fue una alegría inmensa.

¿Qué les dijo el seleccionador Jorge Dueñas, antes de enfrentarse, con Noruega?

Que estábamos ante una oportunidad única para estar en la final del Mundial y que no nos preocupásemos del rival.

Ante Noruega el arbitraje no acompañó en los minutos finales de la primera mitad, ¿influyó en el partido?

Sabíamos de sobra que la selección noruega era superior, con mucha calidad y con un gran portento físico. Pero cuando nos pitaron en contra algunas acciones y nos fuimos al descanso con tantos goles en contra en el marcador nos dimos cuenta de que el partido estaba muy complicado. Además tuvimos muchas pérdidas de balón y ellas viven del contraataque.

¿Qué le falta a España para equipararse a Noruega?

Nada. Nosotras hacemos un tipo de juego distinto. Somos diferentes y ellas son ahora las mejores.

A lo largo del campeonato se les achacó las continuas pérdidas de balón, ¿cuál es la solución?

Ese es nuestro mayor error. Perdemos partidos por eso, aunque en ataque posicional no sufrimos tanto, pero no sabemos muy bien por qué nos pasa eso. Tenemos que encontrar la solución, pero no sabemos por ahora cómo. No es cuestión de estrategia, simplemente tenemos ese fallo.

En el partido por la lucha por el bronce se llegó al descanso con empate a 9, ¿qué cambió tras el descanso?

Nos dimos cuenta de que era el último esfuerzo y no queríamos que se nos volviera a quedar caras de tontas como en China, donde terminamos en cuarta posición.

¿Cómo viviste los minutos finales del encuentro desde el banquillo?

Estaba junto a Cristina, la portera, y durante todo el encuentro estuve muy nerviosa. La tensión nerviosa nos dio por reírnos, pero poco a poco todo eso fue desapareciendo y más cuando el duelo estaba prácticamente controlado.

En Liga femenina el Sagunto ocupa la segunda posición y el Itxaco, con muchas jugadoras de la selección, es líder. ¿Tendrán opciones de superarlas?

No, es muy difícil. Nosotras vamos a luchar por estar en el puesto que da opción a jugar competición en Europa.