"Lo que se desliza al 2013, como ya se ha comunicado en alguna ocasión, es la segunda fase, que lleva dentro los quirófanos, esterilización y algunas otras estructuras". Estas fueron declaraciones ayer de la consejera de Sanidad del Gobierno de Canarias, Brígida Mendoza, sobre la paralización de la segunda fase del centro hospitalario del Norte de Tenerife anunciada el día anterior por la consejera delegada del IASS, Margarita Pena.

Mendoza dio a entender en repetidas ocasiones que ya se había dicho que la segunda fase del centro (la parte hospitalaria) se iba a posponer, pero estas declaraciones contradicen las reacciones que suscitó esta noticia entre los alcaldes del Norte de la Isla, que se mostraron consternados por este nuevo aplazamiento.

Aunque en ningún momento se ha hablado de olvidar el proyecto, no es ninguna garantía que la consejera ayer añadiera la coletilla: "Esperemos que la situación económica no lo impida".

Mendoza también dijo que el Gobierno de Canarias no renunciaba a los proyectos de los hospitales del Norte y del Sur y que "se va a continuar trabajando en la apertura de estas infraestructuras a lo largo de 2012", pero sin presupuesto.

A finales del primer trimestre de 2012, la consejera de Sanidad aseguró que se van a abrir las urgencias del centro. "Progresivamente" se irán abriendo "las consultas de especializaciones, radiología" y las camas de "hospitalización al final y en función de la demanda".

Estas serían las 50 camas de crónicos que el vicepresidente del Cabildo, Aurelio Abreu, aseguró ayer a este periódico que se iban a abrir en 2012.

A la consejera se le preguntó por los cuatro millones que Sanidad debía aportar en 2012 para el hospital del Norte, según el convenio plurianual suscrito con el Cabildo para finalizar la parte sanitaria. Mendoza decidió contestar con una evasiva. Dijo que "no tiene deudas pendientes en esta primera fase con el hospital del Norte" y habló de los 600.000 euros para equipamientos que tenían ya consignados en los presupuestos.

En este sentido, la portavoz parlamentaria de Sanidad del PP, Mercedes Roldós, que era consejera de Sanidad cuando se presentaron los proyectos de estos centros hospitalarios, calificó esta cantidad de "tomadura de pelo".

Conocedora en profundidad del tema, Roldós dice que la puesta en marcha del hospital del Norte requerirá más de 13 millones. Siete para dotar las áreas y servicios del complejo. El personal costaría cerca de 6 millones, añadió.

De hecho, no hay más que repasar el proyecto arquitectónico para comprobar en lo que se va a quedar, por el momento, una infraestructura que el presidente del Gobierno, Paulino Rivero, prometió que estaría abierta para julio de 2012.

En la planta semisótano estarán Urgencias y Radiología. La planta baja debía acoger el hall, el área de admisión, las áreas de extracción de sangre, el bloque quirúrgico, el bloque de maternidad, los paritorios y la unidad de Cirugía Mayor Ambulatoria. Con esta paralización se quedará sólo con el hall, el área de admisión y las áreas de extracción de sangre, que no se podrá analizar allí porque no habrá laboratorio. En la primera planta se planificó que estuvieran las consultas, los gabinetes de exploración y los laboratorios, pero estos últimos no irán hasta 2013 al menos.

En la planta segunda se planificaron más consultas y gabinetes de exploración y el hospital de día, pero este último es el que la consejera ha dejado "para el final y en función de la demanda".

El presupuesto inicial que se presentó el 30 de diciembre de 2009 para el hospital del Norte era de 26.420.599 euros y estaba distribuido en una programación plurianual, que es la que el Gobierno de Canarias ha incumplido por problemas presupuestarios para 2012, según explicó la consejera delegada del IASS del Cabildo, Margarita Pena.

A principios de 2010, el presidente del Colegio de Médicos de Santa Cruz de Tenerife vaticinó que ninguno de los dos hospitales estaría terminado en 2012 (ver EL DÍA, 10 de enero de 2010, página 6). Opinó que los políticos deberían dejar de hablar de estas infraestructuras hasta que estén terminadas de forma completa. Y parece que aún quedarán años.