La Comisión Europea no ha tomado hasta ahora nuevas medidas a nivel comunitario contra los fabricantes de implantes mamarios Poly Implant Prothèse (PIP) tras conocerse que podrían haber utilizado silicona industrial para los implantes.

El portavoz comunitario de Salud y Consumo, Frédéric Vincent, indicó que "no hay ninguna novedad" a nivel de la Comisión sobre este caso y que "son los Estados miembros los que deben hacer las evaluaciones de riesgo necesarias a nivel nacional".

El Comité de Seguridad Sanitaria de la Comisión Europea, en el que están representados expertos de los Veintisiete miembros de la UE, mantuvo el 23 de diciembre una teleconferencia para analizar los últimos datos disponibles sobre los implantes.

La Comisión Europea recomendó que los Estados miembros consideren la información disponible y tomen las decisiones de gestión de riesgo que consideren oportunas a escala nacional.

Bruselas aconsejó asimismo que todas las mujeres que teman que sus implantes procedan del productor en cuestión contacten a su cirujano para recibir asesoría sobre el seguimiento más adecuado.

El Ejecutivo comunitario aseguró que el presunto fraude está siendo investigado y que las autoridades nacionales de la UE han mantenido un estrecho contacto desde marzo de 2010, cuando Francia manifestó su preocupación sobre esta cuestión, tras lo cual el producto fue retirado del mercado comunitario.

Los responsables nacionales de Sanidad ya mantuvieron una primera teleconferencia el 21 de diciembre a petición de Francia para analizar la situación, también en el marco del comité de Seguridad Sanitaria de la Comisión.

El grupo químico alemán Brenntag confirmó ayer haber vendido silicona industrial a los fabricantes de implantes mamarios PIP, posiblemente cancerígenos, según la emisora francesa RTL.

Se estima que entre 400.000 y 500.000 mujeres llevan esos implantes en todo el mundo.

El abogado de la empresa fabricante de los implantes PIP, Yves Haddad, ha desmentido, por su parte, toda utilización de silicona industrial, según RTL.

El pasado viernes, las autoridades sanitarias francesas anunciaron que 20 mujeres portadoras de dichas prótesis habían declarado tener cáncer.

Aunque la Agencia Francesa de Seguridad Sanitaria y Productos de la Salud señaló que no se había establecido de momento "ningún vínculo" entre esos casos de cáncer y los implantes, recordó los riesgos que plantea para la salud su elevado índice de ruptura.

Según RTL, la "sorprendente mezcla" contenida en los implantes incluía materiales encargados a fabricantes de productos industriales y químicos, entre ellos un aditivo para carburantes cuya eventual nocividad nunca fue probada clínicamente en un organismo.

La filial francesa de Brenntag, gran distribuidora mundial de productos químicos, había suministrado silicona industrial (Baysilone) a la empresa francesa, precisó la emisora.

Este producto junto con otros aceites de silicona roían el envoltorio de las prótesis mamarias y provocaban su ruptura, añadió.

El Gobierno recomendó retirar las prótesis PIP a las 30.000 mujeres operadas en Francia con dichos implantes, y se comprometió a costear su extracción.