La sanidad pública del Principado de Mónaco asumirá los costes de la extracción y nueva colocación de prótesis a mujeres con implantes mamarios Poly Implant Prothèse (PIP) tanto por cirugía estética como reparadora, debido a que éstas han suscitado dudas sobre el riesgo que plantean para la salud.

El Gobierno de Mónaco anunció en un comunicado que, de acuerdo con las cajas de salud del Principado, "ha decidido garantizar a las aseguradas sociales monegascas que lleven implantes de la sociedad Poly Implant Prothèse una cobertura a cargo del seguro de enfermedad".

Las autoridades monegascas precisan que la cobertura se extiende a todas las pacientes, ya se trate de casos en los que los implantes se colocaron para una cirugía estética como aquellos en los que se hizo por la reconstrucción tras la extirpación de un tumor.

Quedarán cubiertos los gastos médicos y quirúrgicos vinculados con la extracción de las prótesis (ecografías, análisis, retirada del implante y exámenes de control posoperatorio) y los gastos de colocación de una nueva prótesis.

Las autoridades del Principado admiten que "una parte de las mujeres afectadas sufren ya un traumatismo psicológico grave, que justifica la cobertura en todos los casos para una prótesis nueva y, por otro lado, el coste de una medida semejante es limitado por el reducido número de pacientes en esta situación".

Según los datos suministrados por las autoridades monegascas, el Centre Hospitalier Princesse Grace constató que son 90 las mujeres afectadas por este caso desde el año 2001; todas ellas ya han sido contactadas y 17 ya han recibido tratamiento.

En su comunicado, las autoridades recuerdan que en Francia se decidió recientemente asumir los costes de la extracción de las prótesis PIP y de la colocación de otras nuevas a cargo de la sanidad pública, pero únicamente para los casos de cirugía reparadora.

La semana pasada, las autoridades sanitarias francesas anunciaron que 20 mujeres con implantes mamarios PIP declararon tener cáncer, según la Agencia Francesa de Seguridad Sanitaria y Productos de la Salud.

Esta institución gala, no obstante, precisó que "no se ha establecido ningún vínculo entre esos casos de cáncer y los implantes", que están retirados en Francia por sus riesgos para la salud porque pueden romperse.

En Francia se han superado ya las 2.000 denuncias contra la empresa PIP, de las 30.000 pacientes que se implantaron estas prótesis, mientras que la liquidación judicial de la misma dejó en la calle a un centenar de trabajadores.

El fundador de la empresa, Jean-Claude Mas, de 72 años, se enfrenta a dos investigaciones judiciales por fraude.

Tras detectar problemas en los implantes, el Gobierno recomendó a las francesas que se los quitaran y se comprometió a pagar la extracción, pero sólo subvencionará la colocación de nuevas prótesis en los casos en que esto se haga por motivos médicos y no estéticos.

En total, se estima que entre 400.000 y 500.000 mujeres llevan esos implantes en todo el mundo.