Ya hay datos suficientes para afirmar que Canarias ha salido perdiendo con el sistema de financiación autonómica que entró en vigor en 2009, con la anuencia del propio Gobierno autonómico.

Con las primeras cifras en la mano -las de ese mismo año-, las Islas no solo se sitúan como las peor financiadas en la relación de fondos por habitante -1.697 euros-, sino que pierden convergencia con respecto a la media del Estado de forma muy evidente.

Un estudio realizado por el Institut d''Economia de Barcelona hecho público el pasado lunes y al que ha tenido acceso este periódico indica que, si el índice medio de convergencia con la media estatal fuera de 100, el primer año de vigencia del nuevo sistema de financiación Canarias se situó en 87.

Frente a este dato, Cantabria, Castilla León, La Rioja o Asturias alcanzaron niveles de 118, 112, 111 o 110, respectivamente. Madrid y Cataluña, por poner otros ejemplos, llegaron a 102 a pesar de poseer un nivel de renta muy superior al del Archipiélago, lo que pone en evidencia las virtudes de este sistema en cuanto al reequilibrio entre "ricos" y "pobres". Andalucía sufre un efecto similar que no se da, sin embargo, en Extremadura.

El de 2002 no gustaba

La cifra de 87 sobre 100 de Canarias es más llamativa si se tiene en cuenta que con el anterior sistema de financiación había sido mucho más generoso en sus siete años de aplicación.

Este modelo entró en vigor en el año 2002 y la principal queja de los gobiernos de las Islas desde entonces era que las perjudicaba por no tener mecanismos de actualización en función del aumento de la población en pleno "boom" migratorio.

Lo cierto, sin embargo, es que en ese septenio mantuvo a Canarias siempre por encima de 93. Incluso en el propio año 2002 fue de 100. En 2008, creció a un índice de 94 para caer hasta el citado 87 en 2009, ya con el nuevo modelo.

Los datos hechos públicos por el Institut d''Economia de Barcelona aseguran que en 2009 el Estado repartió entre las comunidades autónomas 9.198 millones de euros adicionales con respecto a 2008, de los que 371 millones más fueron a parar a las Islas, que percibieron 3.838 millones en total. No obstante, no fueron suficientes para acercarlas al resto.

Frente a los 1.697 euros por habitante de Canarias, a cada cántabro fueron a parar 2.376, a los riojanos 2.201 euros por persona y a los madrileños, 2.185 euros.

Incluso los andaluces, los segundos peor situados en la nueva financiación estatal, percibieron casi doscientos euros más por habitante que cada canario.

Recursos tributarios

Aunque no es una novedad y se repite en cada uno de los informes que se realizan sobre los sistemas de financiación, este también pone de relieve la excesiva dependencia del Archipiélago de los fondos estatales y su escasa capacidad recaudatoria derivada del Régimen Económico y Fiscal.

Tomando la misma referencia anterior, un índice de 100 como media del Estado, Canarias apenas alcanza 44,7. Es decir, que su financiación procede en su inmensa mayoría de los fondos estatales.

Esta situación contrasta con el esfuerzo que realizan otras autonomías para contar con recursos. Madrid, por ejemplo, se sitúa en un índice de casi 146, Baleares en 121,7, Cataluña en 120,7 y Cantabria en 112,9.

En el lado contrario, aunque no en un nivel tan bajo como el canario, Extremadura se coloca en 69,6 sobre cien, Castilla-La Mancha en 80,7 y Andalucía, algo mejor que esta última, con un índice de 81,1, que tampoco sería suficiente.

el dato

El peso del "esfuerzo fiscal"

El sistema de financiación autonómica que entró en vigor en 2009 y que venía a sustituir al de 2001 -que se puso en marcha en 2002- trataba de resarcir una situación que las autonomías que más recursos recaudaban consideraban injusta: después del reparto se encontraban con menos dinero por habitante.

Este cambio perjudica a diversas autonomías, entre ellas la canaria, que es la que menos recauda debido al Régimen Económico y Fiscal.

El informe hecho público por el Institut d''Economia de Barcelona niega que el modelo de 2009 haya logrado por completo su objetivo de lograr que quienes menos recauden tengan luego muchos más recursos que las que realizan más esfuerzos. Al menos en algunos casos, que no es el de las Islas, que salen perjudicadas.

La financiación vigente tiene en cuenta criterios nuevos que no estaban en el anterior, como la población dependiente, la normalización lingüística -con un peso importante-, la dispersión de la población o la densidad de población inferior a la media.