El ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, solicitará a través de una carta al gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, información relativa a la "adecuación" de las retribuciones de la cúpula de las entidades financieras que han recibido ayudas públicas.

Así lo anunció la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros de ayer.

De Guindos se dirigirá a Fernández Ordóñez para que le facilite información sobre las retribuciones fijas y variables de los altos cargos de las entidades que debieron recurrir al Estado para poder seguir operando.

Se trata de "un elemento importante en la reestructuración financiera: conocer si las retribuciones se justifican en estos momentos", explicó la "número dos" del Gobierno de Rajoy, que encuadró la decisión en el contexto de la Unión Europea.

Adelantó que, dependiendo del informe que presente Fernández Ordóñez, el Ejecutivo tomará medidas destinadas a evitar "premiar" a los gestores que llevaron a algunas entidades al borde la quiebra. "El Gobierno quiere conocer cuál es la posición del Banco de España en este aspecto y qué medidas plantearía para que las retribuciones sean adecuadas y justificadas", enfatizó Sáenz de Santamaría.

Sube la prima de riesgo

En cuanto al conjunto del sector financiero, la vicepresidenta explicó que los 50.000 millones de euros que el Ejecutivo ha dicho que deberían provisionar las entidades para hacer frente a los activos del "ladrillo" se basan "ni más ni menos" en los datos del Banco de España.

Lo anunciado ayer supone un paso más dentro de los planes del Ejecutivo de que la reforma del sistema concluya antes de julio. En ella se incluirá el refuerzo de las provisiones de la banca de sus activos tóxicos.

En cualquier caso, De Guindos elaborará un informe sobre esas necesidades porque "no todas las entidades necesitan la misma cantidad y no todas ellas han trabajado de la misma manera".

Asimismo, Sáenz de Santamaría aclaró que "no está en la mesa de Gobierno ni en la del Consejo de Ministros" crear un "banco malo" -una entidad que concentrarían los activos tóxicos del sector, como en Irlanda-.

Precisamente las dudas acerca de la solvencia de los bancos disparó ayer hasta los 377 puntos básicos la prima de riesgo española -el diferencial entre la rentabilidad del bono alemán y su equivalente nacional-.

También bajó la bolsa, un 2,94%, sobre todo por el retroceso de la banca. El Íbex 35 se acercó así a los 8.300 puntos.