Al menos 35 personas murieron hoy por la represión de las fuerzas del régimen sirio de Bachar al Asad, catorce de ellas en la provincia central de Rif Damasco, según informaron los opositores Comités de Coordinación Local (CCL).

La fuente, que había anunciado anteriormente 19 muertos, aseguró que la mayor parte de las víctimas se registraron en la provincia de Rif Damasco, en las ciudades de Al Damir, Harasta, Qadesiya y Al Zabadani.

Además, hubo víctimas de represiones en las provincias de Hama y Homs, ambas en el centro del país, en la de Idleb (noroeste) y la de Deraa (Sur).

Entre los muertos en la provincia de Homs figuran tres soldados desertores que fueron abatidos por las fuerzas de seguridad sirias en la ciudad de Rastan por rechazar disparar contra los manifestantes.

Mientras continúa la represión, hoy se están celebrando, como cada viernes, protestas populares que piden la caída del régimen de Al Asad, sobre todo en las provincias de Hama y Rif Damasco y en las afueras de la capital.

Los CCL aseguraron que las fuerzas de seguridad sirias respondieron con fuerza a varias de esas manifestaciones, como en Kafer Auid, en la provincia de Idleb, donde la policía disparó contra los participantes para dispersarlos.

Las fuerzas de Al Asad dispararon también contra los manifestantes en el barrio Nahr Aicha, en Damasco, según la misma fuente.

En la provincia de Deraa, las fuerzas del orden leales al régimen cercaron la mayoría de las mezquitas de la ciudad de Anjel para impedir que los ciudadanos protestasen después de la oración musulmana del viernes.

Esta nueva jornada de represión coincide con un atentado en el barrio de Al Midan, en el centro de Damasco, que causó 11 muertos confirmados y "decenas de cuerpos mutilados", según dijo el ministro sirio del Interior, Mohamed Shaar.

La misma fuente agregó que el atentado, perpetrado por un terrorista suicida que detonó una carga explosiva que llevaba encima, tenía como objetivo un autobús que transportaba a miembros de las fuerzas de seguridad sirias.

La violencia no se detiene en Siria pese a la presencia en su territorio desde hace dos semanas de una misión de observadores de la Liga Árabe que pretende comprobar si Damasco cesó la violencia contra los civiles.

Según la ONU, más de 5.000 personas han perdido la vida en Siria desde que comenzaron las protestas contra el régimen de Bachar al Asad el pasado marzo.