Ezequiel Luna acudió a última hora de la mañana de ayer a El Mundialito para definitivamente cerrar su vínculo con el Tenerife. Se despidió de los que fueron sus compañeros hasta el miércoles, del cuerpo técnico y de la dirección deportiva. Después de tres temporadas y media en la Isla, el central argentino dijo que se marchaba "con la conciencia tranquila", puesto que intentó "dar lo mejor siempre". "Me ha tocado vivir de todo. He jugado, no lo he hecho, ascendí, descendí...", recordó, al tiempo que especificaba que prefería quedarse con "las cosas buenas y lindas" que ha vivido en el club "en el que más tiempo" ha pasado. Luna dijo estar seguro que dejaba el Tenerife "de la mejor manera posible", aunque también reconoció que la iniciativa de poner fin a la relación contractual no partió de él. "Yo me quería quedar, pero luego me llamaron para arreglar y no me puse de cabeza dura. Intenté terminar sin ningún problema y creo que es la mejor decisión que he tomado", comentó.

Ezequiel aseguró que ha pensado que "esta última mitad del año no fue tan positiva para seguir creciendo como profesional" como él hubiera querido, confirmando que sentía que el tiempo le ha demostrado que aceptar la renovación a la baja que la dirección deportiva le propuso en verano no le convino. "Al no jugar pierdes ritmo y dos partidos son muy pocos. No he tenido muchas opciones, pero respeto esas decisiones", afirmó. Para finalizar, el central deseó que el Tenerife "regrese a Segunda lo antes posible".

Pocas horas después de su despedida, desde Ecuador, Esteban Paz, directivo del Liga de Quito, confirmó el fichaje de Luna. "Ha hecho un gran trabajo y fue capitán. Eso es lo que hemos analizado", dijo. Ha sido el técnico de este importante equipo de la máxima categoría, Edgardo Bauza, el que avala su incorporación.