La calle Antequera y Bobadilla es un enclave del barrio de La Salud Alto limítrofe con el municipio de La Laguna, una calle que es compartida en servicio tanto por el municipio de Santa Cruz como por Agüere. En este sentido, tal y como estipula el Cabildo de Tenerife como límite oficial entre municipios, la acera del lado tierra pertenece al ámbito lagunero y la del lado mar a la capital y la diferencia entre ambas es que la primera se encuentra en buen estado y la segunda está en abandono, completamente sucia y con el pavimento levantado.

Por si fuera poco los vecinos del bloque de viviendas de la prolongación de la calle Granadilla temen que en cualquier momento la carretera se venga abajo hacia su trasera porque consideran que no existe un muro de contención suficientemente fuerte en el tiempo como para aguantarla y se quejan del estado en el que se encuentra su asfalto, completamente cedido hacia las casas colindantes y con una fractura importantísima que hace temer lo peor entre los residentes.

100 metros longitudinales.- Lo cierto es que el tramo afectado de la calle Antequera y Bobadilla es de unos 100 metros de longitud desde la intersección de las calles Rivera y La Guancha (Cuesta Piedra) y José Luis de Miranda (La Laguna) hasta un tercio de la calle.

Ya desde el principio se puede comprobar el estado de abandono de este tramo, con malas hierbas que invaden la parte de acera existente, la acumulación de basura en toda esta parte y la falta de baldosas a lo largo del recorrido, que hacen intransitable por completo la calle.

Esta falta de baldosas da paso a otra zona en la que simplemente son inexistentes y concluyen en otra a medio hacer e igualmente peligrosa que encima tiene a la vista el hueco de los imbornales sin señalizar, denuncian los vecinos.

Estado de la carretera.- Llama la atención, además, el estado en el que se encuentra la carretera, que está visiblemente resquebrajada y sostenida por un muramiento de contención que "en cualquier momento se viene abajo". En este sentido, las grietas en el asfalto son más que evidente, llegando en esta zona a constatarse ocho centímetros de separación, lo que refuerza el miedo vecinal a que con el paso del tiempo y la lluvia finalmente la carretera se quede seriamente afectada y se desplace en avalancha hacia la trasera del bloque de edificios de la prolongación de la calle Granadilla.

De la misma forma, los residentes llaman la atención sobre la barandilla del lado mar a lo largo de la calle, que la consideran completamente insegura. En este sentido, reclaman que "se gasten las perras" en poner otras más seguras porque por esta acera transitan muchas personas mayores y jóvenes que van a coger la guagua en la calle Garachico o Buenavista.

Lavado de cara.- "Lo que está claro es que estamos hartos de ser los vecinos de tercera clase de Santa Cruz. Se gastaron una millonada en el plan de barrios, en adecentar la parte de abajo, pero esta la tienen completamente abandonada. Mire cómo está la acera de enfrente, que pertenece al Ayuntamiento de La Laguna y cómo está esta. Está claro, quiero vivir en La Laguna", dijo uno de los transeúntes de la calle.

Otra de las vecinas no puede contener los nervios y explicó que, "aunque no es asunto mío, deben adecentar la zona por el bien de todos. Lo que no puede ser es que paguemos todos el poco interés de algunos que o no conocen las calles de sus barrios o no se quieren enterar para tener una vida más cómoda. Los políticos deberían pasarse por aquí para que vean esto, porque encima está todo sucio, ya no es que haya acera o esté completamente rota sino que puede comprobar la basura que hay y el peligro de la carretera", denunció con vehemencia.

Lo cierto es que la gran mayoría de los consultados hicieron referencia al abandono al que se ven sometidos y a la poca reacción de las asociaciones de vecinos que en ningún momento velan por sus intereses, ya sean de La Laguna o de Santa Cruz. "Al final son calles compartidas y no sé por qué no se ponen de acuerdo para tenerlas decentes, que no queremos ser vecinos de tercera".