Sin duda la gran asignatura pendiente del Tenerife está lejos del Rodríguez López. Más allá de las sensaciones sobre la imagen que ha dejado el equipo, los números cantan. Hasta hace poco, estos no han resultado alarmantes por los dos triunfos consecutivos cosechados en las primeras visitas que hizo, pero ya el crédito es insuficiente. La prueba es que en una hipotética clasificación en la que solo se contaran los partidos como visitante, el Tenerife sería séptimo y estaría a cinco puntos del "play-off", igualado a puntos con el Getafe B, que en la tabla real es decimosegundo, y con el Marino de Luanco -es decimocuarto-.

Dos únicos triunfos.- Son ya casi cuatro los meses que han pasado desde que el conjunto blanquiazul no gana lejos del Heliodoro. La última vez que lo hizo fue el pasado 11 de septiembre, cuando logró imponerse a otro candidato al ascenso, el Albacete (1-2), gracias a los goles de Kiko Ratón y Víctor Bravo. Era la jornada cuarta del campeonato liguero y el equipo estaba en dinámica positiva, pese al empate de la semana anterior en el estadio ante el Conquense (1-1). En ese caso, pesaron más en la confianza que se había generado en el grupo los tres puntos que sumó en El Molinón ante el Sporting de Gijón B (1-3). La inercia no duró más. En las siguientes visitas, curiosamente ambas a Madrid, el equipo de Antonio Calderón anuló lo que había conseguido. Cayó primero ante el Getafe B (1-0) y luego frente al Castilla (3-1).

Media inglesa.- A continuación, con el empate a cero en La Roda se apuntaría a la media-inglesa, lo que le serviría para mantener sus galones como firme aspirante al ascenso. San Sebastián de Los Reyes y Toledo fueron los siguientes viajes que hizo y acabó regresando a la Isla con el mismo premio. Lejos de las dudas que su imagen ofrecía y de la imposibilidad de marcar, el equipo se aferraba al hecho de que había consolidado su fortaleza defensiva al no encajar.

El final de 2011.- Así, llegó a la decimoquinta jornada y se presentó en el feudo del Lugo, otro rival directo. Sumó otro empate, aunque no mantuvo la portería a cero (1-1). Siete días más tarde cosechó otra igualada, esta vez en el estadio, ante el Atlético de Madrid B, con lo cual rompió ese pacto con la media, que llegó a considerarse suficiente para alcanzar el tramo final de Liga con opciones de alcanzar el primer puesto de la clasificación. La derrota en Oviedo (1-0) en el penúltimo encuentro del pasado año y la igualada ante el Marino de Luanco (2-2) han acabado por hacerle perder el ritmo que marcan Castilla y Lugo, primer y segundo clasificado, y le han acercado peligrosamente al Real Oviedo, que es cuarto.

Cuestión histórica.- El Tenerife de este curso, pese a su condición de claro favorito al ascenso y militar en Segunda B, mantiene los problemas que históricamente han acompañado al club lejos del estadio. Y que en la última década solo rompió aquel equipo que logró el ascenso a Primera (08/09), al acabar la Liga como cuarto mejor visitante, con 27 puntos -siete triunfos y seis empates-. Las referencias más cercanas y claras de lo costoso que para el Tenerife resulta ganar fuera datan de la 09/10 y de la 07/08. En ambos cursos solo ganó un partido fuera. La pasada campaña solo consiguió 11 puntos, fruto de dos triunfos y cinco empates en los 19 desplazamientos que hizo.