La histórica capilla de la Cruz Verde, ubicada al final de la calle Herradores, se ha convertido en un foco de basura y lugar utilizado por delincuentes para pasar la noche o consumir drogas, por lo cual vecinos del casco histórico denuncian no solo la dejación del área de Patrimonio con dicha construcción, sino una intervención inmediata.

En la fiesta de la Cruz de mayo del pasado año la capilla no fue abierta al público como las otras del casco histórico y ya presentaba en una hoja de sus puertas un parche de madera para evitar la entrada de personas.

En septiembre de 2011, este periódico denunció la falta de pintura de sus paredes y que no estaba recibiendo los cuidados propios de una edificación de estas características.

Pero es que el Ayuntamiento de La Laguna no ha evitado que la capilla presente el actual y deplorable estado desde 2009, en que el concejal socialista Yeray Rodríguez denunció un ataque contra esta construcción.

El parche de madera colocado en una parte de la puerta ha sido retirado y en su interior se pueden ver botellas, latas de cerveza, y una moqueta y cartones sobre los que determinados jóvenes consumen drogas, pasan la noche o incluso es utilizado como lugar para tener relaciones sexuales.

En la capilla de la Cruz, según el historiador Manuel Rodríguez Mesa, se celebró el 3 de mayo de 1761 por primera vez la festividad de la Invención de la Cruz, bendecida dos días antes por el beneficiado de la iglesia de Los Remedios, Juan de Niebla.

La capilla de la Cruz Verde está adosada a la mansión que fuera de los hermanos Fernández Quintana y más tarde fue adquirida por el marqués de Siete Fuentes, quien la vendió a la familia Oramas y ésta, a su vez, al actual propietario el señor Gorcón.