La negociación entre los sindicatos y la patronal para un acuerdo de reforma laboral se está complicando en la recta final del plazo concedido por el Gobierno al diálogo social antes de legislar unilateralmente en esta materia.

Al margen de asuntos menores como la limitación de los puentes festivos o el impulso a la solución extrajudicial de los conflictos laborales, los agentes sociales no están cerca de llegar a un pacto en cuestiones como los salarios, la contratación o el coste del despido.

El vicepresidente de la CEOE, Arturo Fernández, confirmaba esta mañana que el presidente de la patronal, Juan Rosell, volvería a encontrarse hoy con los dirigentes de CCOO y UGT, Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez, respectivamente, para tratar de dar un impulso a la negociación sin que hayan trascendido avances de ese encuentro.

"Vamos a hacer un sprint entre hoy y el jueves para que el Gobierno no se sienta defraudado", ha dicho Fernández en declaraciones a RNE.

Las cuestiones más delicadas son los salarios y la contratación, asuntos en los que se habían aproximado posturas la pasada semana, pero en los que ha vuelto a producirse un distanciamiento.

El secretario general de UGT, Cándido Méndez, ha denunciado los vaivenes de la patronal, que ha vuelto a poner encima de la mesa reivindicaciones que "no son convenientes" porque podrían contribuir a destruir más empleo.

En este sentido, Méndez ha dicho en Telecinco que un abaratamiento del despido con carácter general provocará más paro del existente, en tanto que congelar los salarios podría agravar la caída del consumo.

No obstante, la patronal insiste en congelar los salarios al menos durante 2012, mientras que los sindicatos proponen subidas que no sobrepasen la inflación prevista por el Gobierno (1 %).

El secretario general de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, aseguraba la semana pasada que las discusiones sobre la moderación salarial estaban muy avanzadas y, sin embargo, hoy reconocía que la negociación no estaba siendo fácil en el tramo final.

Arturo Fernández ha advertido de que la patronal no va a firmar una reforma laboral escasa, cuando el país se encuentra en una grave crisis económica que requiere de cambios profundos en mercado laboral.

Además de la congelación, la patronal defiende la importancia de facilitar el incumplimiento de las condiciones salariales previstas en los convenios por parte de las empresas en dificultades o la fijación de las retribuciones de acuerdo a criterios de productividad.

Sindicatos y patronal, que se han estado reuniendo casi a diario y que volverán a encontrarse a lo largo de esta semana, presentarán las conclusiones de su negociación -tanto si hay pacto como desacuerdo o sólo acuerdos parciales- antes del viernes, de acuerdo con el plazo que les dio el Ejecutivo y que fechó en la primera quincena de enero.

Al respecto, Toxo ha dicho que esta semana "no se acaba el mundo" y que el Gobierno debería ser consciente de ello, ya que las cuestiones que se están discutiendo "no son de un día ni de una semana".