La ordenanza de ocupación del espacio público en el municipio de Santiago del Teide, que se viene aplicando desde principios del presente mes, no ha sentado nada bien a la Asociación de Empresarios y Comerciantes (Asemteide) porque la misma se está utilizando "a diestro y siniestro", manifiesta el presidente del colectivo, Francisco Trujillo.

La Concejalía de Urbanismo "se ha extralimitado porque ha obligado a quitar mesas y sillas que estaban en la calle de empresarios que venían pagando religiosamente por usar el espacio público, quienes han tenido que iniciar un nuevo trámite para conseguir los permisos correspondientes y así poder colocar otra vez sus enseres en la vía pública", expresa el máximo responsable de Asemteide.

"Dicha circunstancia ha supuesto que durante uno o dos días los empresarios, principalmente del sector de la restauración, hayan tenido que sufrir este problema hasta que han logrado reconducir la situación. Sin embargo, sí ha provocado un daño importante en la caja, viendo reducidos sus ingresos", indica Trujillo.

"Además, la Concejalía de Urbanismo ha obligado a retirar símbolos comerciales del municipio, como el caballo y la carreta que están en las cercanías del casco urbano", comenta el presidente de los empresarios.

"La calesa lleva 12 años en la vía pública y nunca se había puesto pega al propietario del restaurante; ahora el área municipal le reclama al dueño del comercio más de 40 euros trimestrales", manifiesta Francisco Trujillo.

El presidente de Asemteide destaca que la ordenanza "excluye aquellos elementos integradores y de referencia del lugar", entendiendo Asemteide que esta carreta y el caballo "son un referente" del casco urbano.

Sin información

Expresa que "estamos a favor de la ordenación del espacio público, pero no de las formas con que ha actuado el ayuntamiento. Lo lógico es que el gobierno local, y más concretamente la Concejalía de Urbanismo, hubiera sido más flexible y haber estudiado caso por caso".

"La ordenanza que se está aplicando desde principios de mes es de 2005, pero antes no se había utilizado con la virulencia actual. Se debió abrir un periodo de información y no solo con un bando, como se hizo", resalta indignado.

El malestar de Trujillo todavía se incrementa porque, a pesar de que solicitó al concejal del área, Inocencio Doble, una reunión a principio del pasado mes de diciembre para discutir sobre este asunto, "la realidad es que todavía no nos ha convocado".

"El encuentro con el edil después de Reyes será ya muy tarde", se lamenta Francisco Trujillo, quien exige al concejal de Urbanismo mayor sensibilidad en asuntos relacionados con el comercio.

"Con la aplicación de la ordenanza en el modo que se está haciendo solo demuestra un afán recaudatorio, así como para cobrar más impuestos a un sector que está cada día más asfixiado por la situación económica actual", concluye.