El aeropuerto de La Palma lleva más de dos meses sin la presencia permanente de la Policía Local, lo que está provocando, en hora punta de vuelos y especialmente durante las fiestas y puentes, un caos viario en el acceso a la terminal, tal y como pudo comprobar esta redacción durante las fechas navideñas.

Cuando las operaciones se reducen a un par de vuelos interinsulares, apenas se nota la ausencia policial para regular el tráfico. Sin embargo, en las frecuencias horarias con mayor movimiento, el caos es la nota predominante, especialmente por la falta de control de los estacionamientos limitados a quince minutos. Eran los agentes municipales los que se encargaban de vigilar el tiempo de parada, lo que garantizaba plenamente una agilidad y rotación de vehículos, además de controlar que se respetaran las plazas reservadas para personas con movilidad reducida, la farmacia o para los propios policías. Ahora, al contrario, es común encontrar vehículos en los pasos de peatones, en doble fila o, incluso, en zonas anexas a la vía dedicadas exclusivamente al tránsito de personas.

Aena garantizaba la presencia prácticamente de forma permanente en el acceso a la terminal de dos policías locales, gracias a un convenio de colaboración con el Ayuntamiento de Villa de Mazo, al que aportaba 80.000 euros, dinero que financiaba además el control de la oficina de objeto perdidos ubicada en la terminal, de la que también se responsabilizan los agentes municipales. Sin embargo, el ente aeroportuario comunicó a la corporación local que no renovaría, al menos por ahora, el convenio debido a su nuevo modelo de gestión, con la entrada de capital privado.

Señalización y carriles.- El descontrol también se produce por cuestiones de señalización y distribución de los carriles. Es curioso que mientras que para los vehículos de usuarios exista un solo carril de llegada a la terminal, con otro para aparcamientos limitados, para la entrada de taxis y guaguas la capacidad de la vía se multiplique por dos, quedando en esta zona, a cualquier hora del día, carriles libres que, sin embargo, están prohibidos para los particulares. Además, aquellos que quieran entrar en el parquin deben también hacer "cola", ya que la entrada al subterráneo se encuentra después de superar el tramo con mayor tráfico.

La alcaldesa de Villa de Mazo, Nieves Lady Barreto, explicó ayer a EL DÍA que "nos hemos reunido con Aena para tratar de estudiar la renovación del convenio. El último encuentro fue justo antes de finalizar el contrato, que acabó a finales de octubre, y nos informaron de que su pretensión es renovarlo, pero que su situación de gestión es ahora distinta a cuando se firmó por primera vez el acuerdo, por lo que deben buscar, según nos comunicación, otro marco jurídico al que poder acogerse".

La alcaldesa dejó claro que "nuestra intención es seguir colaborando con el aeropuerto. Incluso mantenemos la oficina de objetos perdidos". De todas formas, "sabemos que en días puntuales se han formado caos en el acceso a la terminal. Nuestros policías acuden a la zona, como a cualquier otro lugar del municipio, pero ya no están de forma permanente, por lo que no pueden controlar igual los aparcamientos de tiempo limitado o el tráfico que allí se produce. Esa es una cuestión de Aena", haciendo hincapié en que "entiendo que hay buena predisposición por ambas partes para seguir colaborando, pero desafortunadamente el ayuntamiento no puede hacerse cargo del gasto que antes cubría el aeropuerto".

Nieves Lady Barreto informó además de que los agentes "han presentado ante Aena diferentes propuestas para una mejor organización del tráfico en los accesos a la terminal, pero por ahora no se han tenido en cuenta, en una decisión que, por supuesto, respetamos porque es su competencia". Tampoco están actuando en la zona los agentes de seguridad privada contratados por Aena, entre cuyas competencias no está, ni mucho menos, sancionar ni controlar los aparcamientos de tiempo limitado sino comunicar, en todo caso, a los usuarios de la regulación viaria existente.