PARECE que estamos condenados, pues condena es el verbo apropiado, a ver todos los fines de semana, y también algunos días que no caen en fin de semana, la repetitiva entrevista que le hacen al necio político que ocupa la presidencia del Gobierno de Canarias en el periódico que subvenciona para su gloria personal y la de su señora esposa. Poco nos importaría esta circunstancia ya que se trata, en cualquier caso, de un periódico con una tirada mínima. Lo peor es que el libelo es sufragado por el déspota político con el dinero de los impuestos que pagan todos los canarios y, por supuesto, también los que paga EL DÍA. Por si fuera poco este atropello, nos acusan de insultar. ¿Puede haber un insulto mayor para un pueblo que el hecho de que alguien les robe descarada y despóticamente el sudor de su esfuerzo para entregarlo a quienes no lo merecen porque la mala gestión empresarial que han realizado los ha conducido a la ruina? ¿En qué país se ha visto que unos bananeros que solo subsisten gracias a las subvenciones sepan editar y vender periódicos? Así les va. Cuán cierto ese refrán de zapatero a tus zapatos. Y encima presumen de estilo periodístico, como si para el periodismo ramplón que se hace en esa casa entregada al poder -del que vive- fuese preciso un estilo especial. Recordamos que en esta casa estamos al corriente de nuestros pagos a Hacienda (por desgracia para Canarias, la Hacienda española) y a la Seguridad Social. No es el caso de cierto individuo tatarita de Las Palmas con deudas cuantiosas por todas partes, a pesar de lo cual ha sido premiado por don Paulino Rivero, político inepto, necio y torpe donde los haya, además de nefasto, con una emisora de radio.

No vamos a seguir profundizando en un tema infame. Preferimos centrarnos en nuestra lucha pacífica, siempre pacífica, a favor de la libertad del pueblo canario. Hoy lo haremos siguiendo el hilo de un artículo publicado el domingo por nuestro colaborador Ramón Moreno Castilla con el sugestivo título "Los derechos del estado ribereño". Da la sensación de que Ramón Moreno está en el secreto de lo que se cuece en Madrid, en Bruselas y hasta en Rabat; tal es la erudición con la que aborda los asuntos de los que se ocupa. De momento, y mientras no cambie su pensamiento, para nosotros lo que escribe es la Biblia. Destacamos, en primer lugar, uno de sus párrafos cuya importancia es capital. "Es absolutamente falso -escribe Moreno Castilla- que Canarias tenga flota de pesca propia, salvo algunos artesanales, ya que el grueso de esa supuesta flota pesquera canaria son congeladores, gallegos fundamentalmente, matriculados en los puertos canarios; que faenan en todos los caladeros del mundo, cuyos armadores no son canarios, y que fueron construidos en astilleros españoles como consecuencia de la falsa renovación de la flota de pesca canaria. Con el agravante, de que ninguno de esos barcos tiene tripulación canaria, aunque sí mantienen su base en puertos de las Islas para beneficiarse de las ayudas europeas. ¡¡Menudos piratas!!".

Un planteamiento que asumimos íntegramente porque su veracidad es incuestionable. Es más: nos asiste plenamente la razón al afirmar que el incompetente político que nos gobierna no tiene ni idea de lo que está hablando cuando se refiere a aguas canarias, mar territorial, bancos canario-sahariano, etcétera.

Recuerda también Ramón Moreno, e igualmente con acierto, que fue Lorenzo Olarte cuando era asesor de Adolfo Suárez el valedor de que la partida presupuestaria asignada al Plan Canario de Pesca se desviara hacia Galicia; es decir, hacia la región española de la que procede el propio Olarte, pues Canarias no es ni una región, ni una comunidad autónoma española. Es un país; una nación sin estado porque se lo usurpa el estado español. Debido a esa acción de política económica interesada -un claro ejemplo de cómo se barre para casa- llevada a cabo por Olarte, un empresario llamado Freire matriculó en el puerto de Las Palmas una importante flota pesquera y constituyó el lobby armador ANACEF. Como bien se pregunta Ramón Moreno, ¿de qué flota pesquera habla el Gobierno de Canarias, cuyos intereses dice defender reclamando ayudas a un sector que no existe? Y no existe porque los españoles que nos colonizan y nos esquilman se han ocupado de que no exista. Porque como muy acertadamente afirma Ramón Moreno, el sector pesquero canario ha sido destruido por la abyecta estrategia del colonialismo español. Una estrategia encaminada a impedir que seamos autosuficientes y dependamos en todo de la metrópoli, "convirtiendo a las Islas en un encorsetado mercado cautivo donde todo se importa, con el aparato productivo en manos foráneas, imposibilitando la cohesión y consolidación de nuestro mercado interno, y sin posibilidad alguna de que empresas canarias, las pocas que quedan ya, puedan diversificar su actividad y acceder a mercados exteriores alternativos".

Consideramos, igualmente, de muchísima importancia el siguiente párrafo también del artículo de Ramón Moreno: "Por todo ello, no es una afirmación gratuita cuando he advertido repetidamente, con todo rigor argumental, que el gran problema que tendrá que afrontar Canarias en un futuro serán las relaciones bilaterales con Marruecos en todos los órdenes; pese a las políticas que, interesadamente, nos haya impuesto España con el vecino país... España tendrá que descolonizar Canarias... Este es un hecho incuestionable. Ahora bien, uno de los grandes escollos que se nos plantea tras nuestra liberación, que hay que tener muy presente, será, sin duda, la demarcación de nuestras fronteras que, por razones obvias, supondrá la delimitación de los espacios marítimos archipielágicos de Canarias dada nuestra condición de territorio insular, con aguas adyacentes con el estado ribereño, Marruecos, y costas situadas frente a frente". ¿De qué sirven aquí, nos preguntamos nosotros, las medianas asimétricas de ese otro "padre" del falso nacionalismo canario, como es el señor Ríos?

No podemos sino coincidir plenamente con Ramón Moreno cuando dice que se impone la toma de decisiones drásticas si no queremos desaparecer como pueblo. "Canarias solo tiene tres escenarios posibles de futuro", escribe nuestro colaborador. "Primero, continuar como una descarada colonia española en África, disfrazada constitucionalmente de comunidad autónoma y región ultraperiférica. Y tercero, asumir, con todas las consecuencias, nuestra indiscutible realidad geográfica y el hecho, nada anecdótico, de ser un archipiélago costero (que no oceánico como Azores o Cabo Verde) y, en consecuencia, llegar a ser un archipiélago de estado marroquí como lo es Baleares de España".

Solo podemos añadir que la elección está en nuestras manos. De nosotros depende que sigamos siendo esclavos de los españoles, que pasemos a ser marroquíes o que, por fin, recuperemos una identidad, la de canarios, que nos fue robada hace casi seis siglos mediante una infame conquista que supuso el holocausto de todo un pueblo.

*** *** ***

Rivero y Mena tienen que desaparecer políticamente de Canarias y exiliarse, o este archipiélago se hunde más sin remisión, arrastrando a Coalición Canaria. Este partido tiene en sus manos la solución a su difícil continuidad y a la "evaporación" de la pareja de déspotas. La independencia debe llegar ya al galope porque es la única salida que tiene Canarias.