Contra la crisis, macroespectáculos. Este es el planteamiento general del Rock Coast Festival, una evento multidisciplinar que se celebrará en tres jornadas (las que van del 24 al 26 de mayo del presente año) y que tendrá su escenario en Santa Cruz de Tenerife, concretamente en una amplia parcela ubicada en la dársena pesquera, en las proximidades del Instituto Oceanográfico. El proyecto, dado a conocer ayer en el Ayuntamiento capitalino, combinará las actuaciones musicales con una amplia oferta de ocio a la que se podrá acceder mediante las entradas adquiridas para los conciertos.

Leopoldo Mansito, responsable de LM Producciones, desgranó ayer las líneas maestras del evento y sus cifras en una presentación exhaustiva en la que, paradójicamente, faltó el único dato que confiere carácter cultural a este evento: el cartel de grupos e intérpretes.

Dado que "los contratos aún no están firmados", Mansito emplazó a los informadores a ir consultando periódicamente la web del festival. Paralelamente, los nombres de algunas de las figuras invitadas se harán públicos en la próxima Feria Internacional de Turismo (Fitur), que se celebrará en Madrid entre los próximos 18 y 22 de enero.

Por lo tanto, lo que ayer se presentó fue el escaparate del evento, que promete poner a Santa Cruz en el circuito internacional de música electrónica, pop y rock.

Los conciertos realzarán un parque de atracciones efímero en el que los asistentes podrán disfrutar de diversiones lúdico-deportivas como un simulador de Formula 1, una pista de esquí o un túnel del viento que permitirá a los temerarios lanzarse en caída libre.

La ambiciosa comparación inicial con Rock in Rio y el BBK Live de Bilbao obligó a que Mansito "bajara los balones al suelo".

"No es que, de entrada, pretendamos llegar a ese nivel, entre otras cosas porque en Río y en Bilbao cuentan con una importantísima aportación financiera de las entidades públicas y privadas", matizó el productor, enviando un tácito mensaje a las instituciones y firmas radicadas en Canarias.

No obstante, varias compañías han decidido ya esponsorizar esta cita cuyo presupuesto, anunció Mansito, oscila entre los 5 y los 5.5 millones de euros.

"Conocemos las limitaciones que hoy tienen las administraciones canarias, pero esperamos que se sumen al proyecto en la medida de sus posibilidades", manifestó el promotor.

Beneficio para Tenerife

Escucharon sus palabras José Manuel Bermúdez, alcalde de Santa Cruz, y Julio Pérez, teniente de alcalde y concejal de Economía, quien en más de una ocasión se sonrió ante la forma en que Mansito iba trenzando sus argumentos y sugiriendo compromisos con instituciones cuyas arcas no están precisamente repletas.

En un aspecto convinieron ambos responsables municipales: el gran beneficio turístico y comercial que el Rock Coast Festival puede traer a Santa Cruz. Durante las tres jornadas, la ciudad y la Isla podrían acoger, según el productor, a cerca de cien mil personas, que podrían dejar un resultado en taquilla de 20 millones de euros.

"Si se confirma el cartel de artistas que LM nos ha indicado, estaríamos hablando del evento musical más importante que se habrá celebrado nunca en Canarias", vaticinó Bermúdez al hilo de un comentario de Mansito, quien dijo que, en conjunto, los artistas que vendrán a Tenerife "suman más de 270 millones de discos vendidos".

Por su parte, Julio Pérez dijo que acoger una iniciativa de este calado "es un acto de confianza en Santa Cruz y en sus posibilidades".

Neutralizando cualquier posible controversia acerca del emplazamiento elegido, señaló que éste, "situado en la costa", es "estupendo" y "atractivo".

De los 100.000 metros cuadrados puestos a disposición de los organizadores, serán utilizados 77.000, de los cuales 22.000 se destinarán al área de conciertos. Los artistas con mayor "tirón" actuarán en un escenario principal con aforo para 50.000 personas, mientras que una veintena de grupos locales mostrarán sus directos en un espacio específico dentro del recinto, que acogerá quince horas de actividades diarias.

Estas cifras fueron facilitadas por Mansito, quien agradeció las gestiones políticas llevadas a cabo para "convencer" a la Autoridad Portuaria de la viabilidad del proyecto.

"Para este ayuntamiento -señaló Bermúdez- es obligado apoyar aquellas iniciativas que contribuyan a reactivar económica y culturalmente la ciudad. Este es un evento que nos va a permitir atraer el turismo e incrementar nuestra población flotante, lo que a su vez incentivará el consumo".

La contribución del Ayuntamiento se concretará "no necesariamente con fondos, pero sí con infraestructuras", puntualizó Bermúdez. Está por ver la aportación del resto de administraciones, en especial del Gobierno de Canarias, observado con lupa tras los últimos recortes en materia cultural.

Sin embargo, Leopoldo Mansito hizo hincapié en que el Rock Coast es un festival autofinanciado que se sufragará mayoritariamente a través de las entradas vendidas.

El responsable de LM avanzó que los precios de las localidades serán 60 euros el primer y el último día, y 50 la segunda jornada; también se podrá adquirir un bono general por 120 euros.

Según detalló, el portador de cada entrada tendrá derecho a acceder a todas las atracciones habilitadas en el interior del recinto. A éste se accederá únicamente a través del transporte público o bien en taxi con el fin de evitar colapsos de tráfico.

Asimismo, y según explicó Mansito, un acuerdo con Titsa permitirá que durante las tres jornadas los asistentes al festival dispongan de una línea de guaguas que, de forma gratuita, unirán el Intercambiador con la zona de ocio. La misma localidad validará el acceso a los autobuses fletados durante la celebración del evento, cuya página web es www-rockcoastfestival.com.