La Consejería de Obras Públicas, Transportes y Política Territorial del Gobierno de Canarias anunció ayer que en los próximos días terminará la fase de investigación independiente por la caída del falso techo del Intercambiador, que tuvo lugar el 13 de diciembre pasado. A partir de ahí, se procederá a clasificar las piezas y continuar la toma de datos a medida que se realice el desescombro, entre los que figura el pesado del conjunto del falso techo y de cada una las placas que lo conformaban, así como de los perfiles metálicos.

Los especialistas han considerado suficiente la información recopilada sobre la situación y la forma exacta en la que quedaron diseminadas las piezas después del derrumbe, lo que pueden ser determinante para esclarecer qué motivó el colapso de la estructura.

El Ejecutivo regional informó ayer de que la primera medida acordada por los investigadores fue remitir varias piezas que aparecían partidas para su análisis en la Universidad de La Laguna, donde decidieron enviarlas a los laboratorios especializados de los que dispone la Universidad de Cádiz.

De forma paralela a la investigación técnica, el Gobierno de Canarias entendió que el desplome de 1.700 metros cuadrados de falso techo conllevaba la suficiente gravedad como para empezar a trabajar desde el inicio en la vía legal y, como propietario del inmueble y al amparo de la legislación en materia de contratación, tomó la decisión de instruir un expediente de responsabilidad ante lo sucedido.

Con ello se trata de, además de esclarecer las causas del incidente, delimitar el alcance de la responsabilidad legal y contractual de cada una de las partes relacionadas alguna vez con el Intercambiador.

Una vez retirados los escombros, se procederá a consolidar el falso techo perimetral, que sufrió el desplazamiento en algunas de sus piezas. Al mismo tiempo, se inspeccionará todo el recinto para garantizar la perfecta seguridad de las instalaciones con carácter previo a la reapertura.