En el comentario de hoy me propongo aportar trazos livianos de un destino culinario que pretendo seguir escudriñando con calma el futuro: Garachico y, por proyección, la Isla Baja.

Ya he mencionado en otras ocasiones a dos artífices del progreso de los fogones en la comarca, el chef Julio Velázquez (foto) y Ángel Muñoz, jefe de sala y profesor, que es precisamente el propietario del restaurante que hoy nos ocupa.

En el paseo marítimo de la Villa, muy cercano al centro histórico, se ubica este espacio inmaculado, como lo es la cocina de Beatriz Bello Figueroa, al mando de los fogones, una cocinera con estupenda mano capaz de preparar arroces, pescados y entrantes de factura atractiva sin estridencias y con un sello de finura muy especial.

Precisamente por esa factura diáfana, de nada valdría escritos rocambolescos para llegar al punto de partida: platos gustosos y que huyen de argumentos artificiales.

Un aperitivo de tomate con vinagreta de sésamo sobre un nacho y acompañamos el pan con una mantequilla de mojo rojo y otra de mostaza antigua constituye un bocado muy consecuente para abrir el apetito, junto a un blanco de la Isla fresquito.

Con algo más de enjundia, aparecen después unas milhojas de papa, tomate, aguacate, champiñones y queso. Aunque algo amazacotada a la vista, se trata de una ensalada ligera preparada por capas de los ingredientes coronada con queso herreño ahumado.

El crujiente de morcilla, con la pasta filo en forma de pañuelo rellena también con manzana caramelizada -elaborada al horno con un coulis de curry y coco- agrada, al igual que unas croquetas peculiares de manzana con almendras, acompañadas de una mermelada de la propia fruta que refuerzan el sabor del frito.

A mayores -y con toda razón- cuando llega el arroz negro con choco. Sin más "recovecos", con su corte tradicional arroz negro pero matices canarios, ya que la cocinera da un toque de mojo verde al fumet y algo de tinta de calamar natural.

Un solomillo de ternera con salsa de maracuyá y arroz salteado con frutos secos rompe en parte la dinámica aburrida tan al uso del género cárnico.

En la faceta golosa, Ardeola versiona la receta del tradicional quesillo con cambio de textura y un caramelizado con soplete. Por otro lado, bien el bizcocho negro con cremoso de chocolate blanco y frutos rojos calientes, con matices en sus texturas y temperaturas.

LA FICHA

Dirección: Avenida Tomé Cano, 4. Garachico

Chef: Julio Velázquez

Sala: Ángel Muñoz Teléfono de reservas: 922 13 30 12

Horario: Domingos de 12:30 a 16:30 h.; martes, de 19:00 a 23:00; miércoles, jueves, viernes y sábado, de 13:00 a 16:00 h y de 19 h:00 a 23:00 h. Cerrado los lunes