El presidente taiwanés, Ma Ying-jeou, y la líder del independentista Partido Demócrata Progresista (PDP), Tsai Ing-wen, se enfrentarán este sábado en las urnas en unas elecciones cuyo resultado marcará la futura política de la relación con China.

Las elecciones presidenciales y legislativas se presentan muy disputadas y, según los expertos, lo que decidan los taiwaneses tendrá implicaciones para la paz y estabilidad de una región que es centro neurálgico de la manufactura mundial.

China y EEUU observan con expectación el resultado de los comicios, ya que impactará en los lazos triangulares y el futuro económico y de seguridad de la zona, muy importante para la economía mundial, según los analistas.

Más de 18 millones de taiwaneses tienen derecho a voto en los comicios que enfrentan al actual presidente Ma Ying-jeou, del Partido Kuomintang (KMT), a la presidenta del independentista Partido Demócrata Progresista (PDP) Tsai Ing-wen y a un tercer candidato, el ex dirigente del KMT, James Soong, actual presidente del Partido Popular.

En las elecciones parlamentarias, los partidos políticos compiten con sus listas por 34 escaños legislativos asignados proporcionalmente de acuerdo con el voto nacional.

Los 79 escaños restantes los obtendrán los candidatos con mayor número de votos en los 73 distritos electorales y en los seis distritos para aborígenes.

En los anteriores comicios, en 2008, Ma Ying-jeou venció fácilmente al candidato del PDP, Frank Hsieh, con el 58,45 por ciento de los votos frente al 41,55 por ciento, mientras que en las legislativas, celebradas separadamente, el KMT obtuvo 81 de los 113 escaños y el PDP sólo 27.

Pero, la situación cambió desde el 2008, cuando el PDP pasaba por una difícil situación ante las acusaciones de corrupción del entonces presidente Chen Shui-bian, del PDP.

Actualmente, tras el encarcelamiento de Chen a finales del 2008, es el KMT quien sufre críticas por los efectos en la economía de la crisis financiera mundial.

En la relación con China, Tsai defiende lograr un consenso social, con la participación de grupos civiles y políticos, antes de negociar con Pekín, y rechaza la actual base de lazos entre Taipei y Pekín (el Consenso de 1992) como formulación ambigua por la que las dos partes aceptan que existe una China y la definen a su modo.

La presidenta del PDP ha propuesto la formación de un Gobierno de coalición, si vence en los comicios, aunque no explicó si eso significa sólo incorporar al gabinete individualmente a miembros de otros partidos o a efectuar un pacto con los partidos para el reparto del poder.

Ma Ying-jeou, por su parte, propone el mantenimiento del actual curso de acercamiento económico y social con China, con la promesa de mantener la situación actual de independencia de hecho, sin declarar la independencia formal ni unirse a China.

La posibilidad de que el actual presidente taiwanés, Ma Ying-jeou, pierda las elecciones y se registren cambios (hacia una mayor firmeza) en las relaciones con China, atrajeron a las urnas a muchos empresarios taiwaneses que residen en China.

Miles de empresarios isleños con inversiones o trabajo en China llegaron a la isla en los últimos días llenando los vuelos que unen ambos lados del Estrecho de Formosa para llegar a tiempo a unos comicios presidenciales y legislativos cuyo resultado puede repercutir también en sus negocios.

La participación de James Soong en los comicios, preocupa al KMT, ya que puede restar a Ma unos votos preciosos, teniendo en cuenta lo reñido de la contienda, que para muchos expertos se decidirá por 100.000 a 150.000 votos.