Maestro entre bambalinas y con una lista de premios sobre las tablas envidiable, Juan Carlos Armas da este año el salto a la dirección de la Gala de la Reina Adulta. Toma el testigo así de otros que ya son historia del Carnaval.

¿Cuáles son las expectativas que tiene en este su primer Carnaval como director de la Gala de la Reina Adulta?

Intentaré darle a las galas la importancia que se merecen. Trataremos de superar la crisis con ingenio.

¿Y cómo lo va ha hacer?

En la gala adulta habrá dos momentos destacados, además de la propia coronación de la reina, que es lo más importante. El primero será una obertura divertida y amena basada en la idea original del Carnaval, el Flower Power, y el segundo, un homenaje a las 45 reinas que ha tenido la fiesta, desde 1965 hasta 2011, y que servirá como reencuentro con el pueblo que las vio alzarse con el cetro de reina del Carnaval de Tenerife.

Precisamente, por ser un diseñador, hay quien piensa que esta gala va a estar más centrada en el concurso que en el espectáculo...

Va a tener todos los condimentos, pero sí es verdad que la gala va a ser mucho más corta. No pueden durar lo que están durando, y menos un día entre semana. Nuestro primer objetivo ha sido acortarla, por lo que este año solo irán los premiados. Lo más importante es la elección de la reina, porque cada grupo del Carnaval tiene su concurso. Los grupos que vayan a la gala van a rendir pleitesía a la reina.

Es decir, que todo va a pivotar en torno a esa figura...

Por supuesto. Así y todo va a haber grupos y un homenaje merecidísimo al gran maestro del Carnaval, Manolo Monzón -fallecido recientemente-, que en 1964 tuvo la brillante idea de sacar la primera comparsa del Carnaval, Los Rumberos, de la que salieron todas las demás, no solo en Canarias, sino en España. Eso sí, no va a ser un homenaje triste, sino alegre como era Manolo, con temas importantes de Los Rumberos. Y es que si alguien le ha dado nombre al Carnaval de Tenerife a nivel internacional, esos fueron Los Rumberos.

José Manuel Bermúdez, alcalde de Santa Cruz, ha dicho que la gala de Rafael Amargo marcó un antes y un después. ¿Cree que después de Amargo se abrió una nueva etapa?

Fue muy importante a la hora de lo que se va a hacer, de cómo se van a mover los hilos en la dirección artística.

Es un producto local, como Sergio García, pero más barato. ¿Considera que hubiera sido el elegido si hubiera habido más dinero?

La verdad es que siempre se había barajado mi nombre para la gala. A lo mejor en otras ocasiones no era el momento de contratarme, entre otras cosas porque tenía muchas candidatas y compromisos adquiridos con empresas muy fuertes. Ahora es mi oportunidad y para mí es una responsabilidad muy grande.

El motivo elegido, el Flower Power, ¿le ha supuesto alguna dificultad para desarrollar la gala?

Al revés. El motivo me parece fantástico. Me parece divertido y ameno, y le estoy sacando muchísimo jugo. En el ámbito del Carnaval da mucho juego.

¿Cuál es el mejor recuerdo que guarda de las galas en las que ha participado?

Todas han sido especiales, pero tal vez la que más fue con mi primera reina del Carnaval, Sheila Martín Ramos -en el año 2000-. Fue una reina deseada, y no solo yo, sino todo el equipo, tenemos un buen recuerdo de esa gala, que dirigió Sergio García.

¿Hay algún motivo con el que le gustaría trabajar y con el que se podría ensalzar más la figura de la reina?

Hay varios motivos con los que podría hacerse. Pero el de este año me va a ayudar muchísimo, porque dentro de esta gala voy a hacer un homenaje a todas las reinas, desde el año 1965, justamente la misma época del Flower Power. Me ha servido de recurso para homenajearlas.

¿Tiene calculado el tiempo que va a durar la gala de este año?

Barajamos un tiempo de dos horas y cuarenta y cinco minutos de gala. Todo lo que es exterior, es decir cortes publicitarios y otros aspectos no lo manejo yo. Con este tiempo se rebaja muchísimo. Intentaremos trabajar para que sea una gala ágil y rápida.

¿De qué director ha aprendido más?

Solo he trabajado con Jaime Azpilicueta. Siempre he sido yo director, a no ser en Cuba, donde he trabajado con grandes directores cubanos. La experiencia que tuve con Jaime fue maravillosa. Creo que es una gran persona, con un talento espectacular y a mí me aportó muchísimas cosas buenas a la hora de trabajar con él. Estar a sus órdenes fue un lujo.