La Junta de Gobierno aprueba el lunes una modificación de la ordenanza municipal de aguas que abarata la factura de las industrias, hospitales, hoteles, grandes superficies, comunidades y negocios, entre otras.

Se trata de un recargo que se aplicaba en la factura de Emmasa por depuración y vertidos desde 2009. La empresa mixta de aguas penalizaba así a quien incumplía la ordenanza por superar ciertos límites físico-químicos de los vertidos de alcantarillado.

El concejal de Servicios Públicos del Ayuntamiento de la capital chicharrera, Dámaso Arteaga, explicó que estudiaron los parámetros técnicos en los que se basa la ordenanza. " Nos encontramos con que las exigencias del municipio de Santa Cruz de Tenerife son más altas que en municipios como Valencia, Madrid, Bilbao, Barcelona, Sevilla, Granada o Zaragoza", dijo. Por eso, se ha impulsado la modificación que se aprueba el lunes que afecta a las mediciones tope de tensoactivos (detergentes) y conductividad y otros parámetros físico-químicos.

No es que estos establecimientos a los que se gravaba en la factura del agua ahora contaminen menos es que el resto contaminamos más, debido a la generalización del uso de detergentes y demás productos en las viviendas.

Modificación.- La modificación de la ordenanza municipal "corrige esta tendencia y ubica las exigencias en unos criterios adaptados a nuestra realidad y similares a los de otras ciudades españolas".

En el caso de los tensoactivos, esta disposición de la ordenanza data de 2001 y desde esa fecha se ha generalizado el uso de lavadoras, fregaplatos, etcétera, según explicó el concejal. Por este motivo ha aumentado el contenido de detergentes en los vertidos, no sólo de las grandes empresas sino de la viviendas.

Respecto a la conductividad, se refiere principalmente a la cantidad de sales disueltas en los vertidos. La mayoría de los que incumplen estos parámetros de la ordenanza municipal son industrias. "Se ha realizado un estudio comparativo con otras ciudades representativas del territorio español y se deduce que la ordenanza vigente en Santa Cruz es más restrictiva que la de la media de las ciudades españolas", detalló Arteaga.

Parámetros de vertidos.- En este sentido, se propone aumentar los parámetros de vertidos referentes a la conductividad hasta los valores medios, una vez comprobado que la repercusión en la depuradora "no es apreciable".

Sobre el ahorro que va a suponer este cambio en la ordenanza municipal para las empresas afectadas, la Concejalía de Servicios Públicos puso el ejemplo de un hotel con cerca de ochenta habitaciones. Si el consumo bimensual de esta empresa es de 4.000 euros y el anual de 24.000, los recargos aplicados por el uso de detergentes supondrían cerca de 2.400 euros al año.

Cada factura bimensual de Emmasa le recargaba a este hipotético hotel casi 200 euros en concepto de depuración y más de 200 por vertido de tensoactivos. Con la modificación de la ordenanza municipal estas cantidades se reducirán a cero, lo que supondría un importante ahorro anual para los negocios afectados.

Además, el concejal apostilló que "en esta nueva propuesta se ha articulado un procedimiento para mejorar la transparencia de los métodos de control que establece la empresa Emmasa". El fin es que el Ayuntamiento pueda garantizar "la objetividad en la aplicación de los análisis en caso de reclamación".