El panorama socioeconómico del Archipiélago se ha precarizado tanto en los últimos años que en cualquier informe o estadística se sitúa como una de las comunidades más desfavorecidas del país. Así, la interpretación de todas esas cifras y porcentajes certifican que Canarias no solo ha quedado relegada a los puestos de cola, sino que progresivamente ha ido incrementando su desventaja con respecto a la media nacional en variables como salario, acceso al crédito, prestaciones sociales, etcétera. Para poner en claro las claves de esta situación, EL DÍA invitó a representantes de la política, de los empresarios y los sindicatos, así como a otros expertos en la materia, a su debate semanal.

En él intervinieron el técnico universitario en Ciencias de la Empresa del Instituto Universitario de la Empresa (IUDE), Emilio Racionero; el concejal del Grupo Popular en el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, Manuel Fernández; el miembro del Secretariado Nacional de Intersindical Canaria (IC), Manuel Marrero y el industrial farmacéutico Juan de la Rosa. También participaron el secretario insular de la Coordinadora de Agricultores y Ganaderos (COAG) en Tenerife, Miguel López, el vicesecretario del Sindicato Profesional de Médicos de Tenerife (CESM-Tenerife) Levy Cabrera y el abogado especializado en Derecho Mercantil y Tributario y miembro del consejo asesor de la Confederación Canaria de Asociaciones Profesionales (Concap), Alfonso Padilla.

Todos ellos coincidieron en que, a pesar de que la crisis no es una cuestión exclusiva del Archipiélago, la situación se ha agudizado en las Islas como consecuencia de la mala gestión de los últimos gobiernos autonómicos.

Emilio Racionero aseveró que "la situación de las Islas es francamente deplorable, a pesar de que esta comunidad ha estado dotada de medios suficientes para hacer frente a sus necesidades". En esta línea, citó "el Régimen Económico y Fiscal (REF), la Reserva para Inversiones en Canarias (RIC) y una serie de impuestos que pretendían ser protectores de la producción local, a lo que se le suma la cantidad ingente de dinero que hemos recibido para la formación". A su juicio, "de esto se deduce que ha habido una incapacidad gestora de los recursos que la comunidad tenía a su disposición".

A continuación, Manuel Fernández resaltó que "los problemas de Canarias son estructurales y no solo son achacables a la crisis". No en vano recordó que "siempre hemos estado por debajo al resto del país en este tipo de datos, incluso cuando en los años 90 se crecía más en las Islas que en el conjunto de España, nuestra tasa de paro era mayor y la cesta de la compra era más cara".

A su vez, subrayó que, a pesar de la componente internacional de la crisis, han sido "las decisiones erróneas que se han tomado en los últimos años lo que ha empeorado el panorama" y agregó que otra parte de culpa la tiene "la maraña de leyes creadas por el Parlamento autonómico", que, a su entender, "genera dificultades para los potenciales inversores, que en muchas ocasiones acaban por desistir".

No obstante, enfatizó que "si no se toman medidas estructurales a nivel nacional, como la reforma laboral, que todo el mundo está pidiendo a gritos, va a ser imposible bajar la alta tasa de paro".

Por su parte, Manuel Marrero mencionó la "dependencia que tiene el Archipiélago en materia energética y alimentaria o la situación de ahogamiento que sufre el pequeño comercio" como otro de los elementos que contribuyen a ahondar el deteriorado escenario de la crisis. Marrero recordó que "llevamos dos décadas gobernados por CC", puntualmente acompañados por PP y PSOE y no han hecho otra cosa que "ir avanzando en el deterioro de lo público, es decir, de la educación y la sanidad".

En la misma sintonía se expresó Juan de la Rosa, quien criticó "el gasto enorme" que supone la "doble autonomía que padecemos en el Archipiélago", con la multiplicación por dos de edificios u oficinas públicas del Ejecutivo regional. Por ello, sugirió recortar el número de municipios y por tanto, el "exceso" de administraciones locales. Al respecto, propuso la "unificación" de municipios, disponiendo eso sí, de oficinas descentralizadas para facilitar la atención al ciudadano puesto que, según manifestó, "estamos encaminados a tener algún tipo de independencia".

Miguel López incidió en la gran dependencia alimentaria que tiene el Archipiélago del exterior. A modo de ejemplo, aludió al "sangrante" caso de los cereales, de los que "de cada 100 kilos que consumimos, ya sea para la alimentación humana como para elaborar piensos para nuestra ganadería, solo producimos 400 gramos".

Igualmente, se refirió a la "excesiva burocracia que padecemos". Sobre este asunto, precisó que "no se trata de quitar controles y garantías, sino de que éstos sean más ágiles". En cuanto a las políticas de ahorro público sentenció que, aunque es cierto que hay que ahorrar, lo que hay que hacer es eliminar solo las políticas que sean despilfarradoras y que no aporten valor".

Mientras, Levy Cabrera se centró en el sector sanitario al que representa y sobre el que manifestó que efectivamente "se ha asistido al desmantelamiento de la sanidad pública". Los recortes presupuestarios no han hecho más que "mermar uno de los pilares fundamentales de la prestación social que es la sanidad". Específicamente dijo, sobre los hospitales del Norte y del Sur de Tenerife, "no se van a a hacer, nos están engañando desde hace muchos años, de hecho, el hospital del Norte es un Centro de Atención Especializada (CAE), conocido antiguamente como ambulatorio", aseguró. Ese es uno de los problemas más graves que tiene este gobierno, la gestión de los recursos". Aparte de esto, reiteró que la actividad hospitalaria ha disminuido a causa de la eliminación de las jornadas de tarde y "no han sabido afrontar el problema de fidelización de los especialistas a esta Comunidad".

En opinión de Alfonso Padilla, "nos ha pasado como la fábula de la hormiga y la cigarra, es decir, que nos creímos que la época de las vacas gordas iba a durar para siempre y no guardamos para cuando la situación empeorara".

Problemas estructurales

Así, argumentó que "si bien es cierto que algunos de los problemas son estructurales, nuestros gobernantes han fallado porque no los han solucionado, sino que los han incrementado". Por tanto, comentó que "tenemos la sensación de que nos han timado en muchos aspectos, porque parece que han gobernado para ellos y no para nosotros".

En una segunda ronda de intervenciones, Racionero apeló a que "los gobiernos ayuden a desarrollar una mentalidad económica en la ciudadanía, que nos lleve a saber que nuestro balance anual se cierra con lo que hemos gastado y lo que hemos ingresado". En otro orden de cosas, destacó que "cada vez hay más pobres y los ricos han aumentado sus posibilidades, cuando lo que el Gobierno debería hacer es reducir esas diferencias".

Entre tanto, Fernández apuntó que "también hay que recordar que la insularidad de Canarias supone un obstáculo adicional para su desarrollo". Otro de los condicionantes, a su modo de ver esenciales para explicar la situación, radica en el ámbito educativo. Así, esgrimió que "sin un capital humano bien formado, no se va a ningún lado".

Además, denunció el déficit de infraestructuras, por lo que defendió el puerto de Granadilla y el cierre del anillo insular. A su vez, resaltó el papel del turismo como catalizador del desarrollo de Canarias. Por último, aseveró que "las instituciones públicas no han estado en lo que han tenido que estar, y en los últimos años se ha legislado más para proteger una tabaiba que a las personas y las familias que no llegan a final de mes".

Marrero recriminó a Fernández que no se acordase de los "ocho años de gobierno en España y los tres y medio en el Archipiélago", al tiempo que reivindicó la apuesta por las energías renovables para "no depender de cuestiones como el gas", por incrementar la inversión en educación, alcanzar la soberanía alimentaria, propulsar el cooperativismo o afrontar una reforma de la ley electoral en Canarias, que es la que establece las relaciones de poder en las Islas.

Juan de la Rosa compartió estos planteamientos y puso de relieve cómo en Las Palmas se construyó un hospital, el Doctor Negrín, que es "un monstruo que tiene incluso áreas que están cerradas" cuando "con la mitad de lo invertido allí, se podría haber reforzado la sanidad de esta provincia".

Mientras, Cabrera demandó "mayor presupuesto para educación y sanidad, invirtiendo especialmente en la Atención Primaria, con carácter preventivo, para que se resuelvan más problemas de salud en ese nivel y lleguen menos casos a los hospitales".

El secretario insular de COAG-Tenerife planteó el fomento de la agricultura como salida a la crisis. No en vano, resaltó que "el empleo en el sector primario de las Islas creció un 27% en 2010, lo que se traduce en unos 25.000 puestos de trabajo, que se mantuvieron en el pasado ejercicio". Sin embargo, López detalló que el número de explotaciones es ahora tres veces menor que hace una década e incidió en el deterioro del paisaje de Canarias, por lo que pidió más programas enfocados a la restauración medioambiental y al impulso de la actividad agrícola.

A modo de conclusión, el representante de la Concap indicó que "habría que empezar por mejorar la formación y hacer un control más efectivo del gasto público". En este sentido, dijo que "tendríamos que gestionar el país como una empresa o una familia, priorizando los gastos y no endeudándonos por encima de nuestras posibilidades". Por ello, dijo que "habría que eliminar una gran cantidad de gastos superfluos en los que se ha incurrido en los últimos años, que pasan, en gran parte, por la duplicidad o triplicidad de la administración, la enorme complejidad burocrática, los monstruos funcionariales ineficientes que hemos creado simplemente por generar pesebres de votos".

SONNIA CHINEA Y JOSÉ R. HERNÁNDEZ Fotos: MANUEL EXPÓSITO