El 17 de junio de 1993, el que fuera consejero de Cultura del Cabildo Insular de Tenerife, Marcos Brito, denunció ante el Ayuntamiento de La Laguna que había un deterioro en la piedra utilizada en su día en edificios emblemáticos como son la casa San Martín, la casa de los Capitanes Generales, la casa de la Alhóndiga, el palacio de Lercaro y los conventos de Santa Catalina y las Claras, sin que se haya intervenido hasta el día de la fecha, a los que habría que añadir, además, el palacio de Nava, como dio a conocer en su día el director del Centro Internacional para la Conservación del Patrimonio (Cicop), Miguel Ángel Fernández Matrán.

El arquitecto técnico Carlos Alonso dijo en aquel entonces que, "siendo los citados edificios algunos de los ejemplos puntuales cuyo deterioro es más apreciable, debemos incidir en el indiscriminado efecto de este proceso sobre la generalidad de otras construcciones de la Isla, que han utilizado la piedra como recurso constructivo, tanto en funciones estructurales como ornamentales".

Pero las denuncias no se quedaron en el citado año, ya que el 28 de junio de 2003, EL DÍA se hacía eco de la noticia de que la fachada de la casa del Corregidor, sede del Ayuntamiento de La Laguna, estaba -y lo sigue estando- en grave peligro, debido a las condiciones ambientales y a los gases de los vehículos que pasaban por La Carrera antes de ser peatonalizada, con grave incidencia en los escudos heráldicos de su fachada, cuyos ornamentos están muy difuminados.

Al año siguiente, Fernández Matrán denunció el deterioro de la fachada del palacio de Nava, añadiendo que "echamos en falta información sobre el estado de conservación de los edificios más emblemáticos de la ciudad, lo que nos lleva a afirmar que seguimos fallando en la prevención, tomando medidas muchas veces inapropiadas por no tener unos estudios que ayuden a tomar las decisiones más acertadas".

Lo que se plantea y que no se ha hecho es que los edificios con fachadas de piedra deben ser objeto de estudios dirigidos, principalmente, a conocer la localización de las zonas donde queda humedad retenida para proponer la eliminación de las causas que la provocan y la limpieza de las mismas. También se aconseja estudiar las juntas entre los sillares que han perdido parte del mortero original.

En 2009, el especialista en Arte Carlos Leocadio González López precisó que "el patrimonio de piedra de las fachadas de los edificios históricos de mayor interés está en grave peligro, debido a la dejación de que ha sido objeto dicho elemento, siendo la cenicienta de los materiales".

Este profesor denunció dejación por parte de los políticos responsables de Patrimonio por no actuar en el material pétreo, "a pesar -añadió- de que tenemos muy cerca las canteras de donde se sacó la piedra para construir los edificios de La Laguna, como es el caso de Pedro Álvarez, en Tegueste".

Puestos en contacto con la concejal de Patrimonio, Julia Dorta, esta manifestó que "en todos los edificios que se han restaurado se han llevado a cabo trabajos de conservación de la piedra". Precisó que no tiene constancia de ningún informe del peligro que corre la piedra de las fachadas de los inmuebles citados, y que de conocerlo se actuaría en consecuencia con lo que los técnicos especializados determinen, por el bien del patrimonio arquitectónico.