El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, aseguró ayer que "buena parte" de los cambios que introducirá el Ejecutivo en el mercado de trabajo se encuentran recogidos en las 71 enmiendas que el PP presentó al proyecto de ley de reforma laboral que se llevó al Parlamento a mediados de 2010 y que no fueron introducidas. Entre ellas figura la extensión del contrato de fomento, con una indemnización de 33 días por año trabajado.

Según Rajoy, la nueva reforma "se hará pronto", pero insistió en pedir un "esfuerzo" a empresarios y sindicatos para que "remen en la misma dirección" a favor de la creación de empleo, dijo tras recibir en La Moncloa al presidente de Francia, Nicolás Sarkozy.

Además, dejó claro que las dos últimas reformas laborales, que solo contaron con la abstención del PP, no han sido "suficientes", y, por ello, consideró que es preciso aprobar una modificación "eficaz".

Una vez que se ha cumplido el plazo dado a los agentes económicos y sociales para alcanzar un acuerdo, el Gobierno trabaja ya "muy en serio" en el diseño de una norma que tiene como prioridades la estabilidad en el empleo, la flexibilidad empresarial y la formación continua de los trabajadores, explicaron fuentes del Ministerio de Empleo y Seguridad Social.

El departamento que dirige Fátima Báñez "no tiene plazos" cerrados para presentar esta semana la norma, que podría traducirse en un proyecto de ley, y mantiene "permanentemente abiertas las todas las vías de comunicación" con patronal y sindicatos, aunque sin convocar una reunión.

Su reforma laboral recogerá tanto el espíritu de las 71 enmiendas presentadas a la anterior regulación como el programa de gobierno con el que el PP concurrió a las últimas elecciones.

Eso sí, el Ministerio recalcó que la norma no se limitará a copiar dichas enmiendas, sino que las "actualizará" a la luz tanto de las modificaciones legales que el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero adoptó como de la actual situación económica.

El PP planteaba en dichas enmiendas extender el contrato de fomento del empleo, suavizando las condiciones de acceso para "incentivar a los empresarios a la contratación estable", de forma que no sea necesario que el trabajador tenga que pasar tres meses en situación de desempleo antes de acceder a esta modalidad contractual, que incluye una indemnización de 33 días por año trabajado.

En este sentido, cabe destacar que el ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, ha descartado aprobar un contrato denominado de "crisis", con una indemnización de 20 días por año trabajado, como propone la CEOE.

CCOO pide otra reunión

En materia de flexibilidad de las empresas, el PP abogó hace un año y medio por regular un procedimiento general de descuelgue de convenios colectivos mediante acuerdo entre el empresario y los representantes de los trabajadores, así como agilizar los procesos de "revisión" para que, sin necesidad de denuncia, los acuerdos en vigor pudieran cambiarse "de forma natural y con paz social".

Empleo trabaja también con el documento de 67 páginas que le remitieron empresarios y sindicatos hace una semana y en el que se plasmaban acuerdos sobre resolución extrajudicial de conflictos, mutuas, formación profesional y racionalización del calendario de festivos. Donde deberá proponer cambios es en el sistema de contratación y materias como el absentismo laboral, en las que los interlocutores sociales no consiguieron cerrar un pacto.

El vicepresidente de la comisión de diálogo social de la CEOE, Francisco Aranda, afirmó ayer que los sindicatos "se han opuesto a todos los asuntos clave de la reforma". El secretario general de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, pidió al Gobierno, por su parte, que convoque de forma "urgente" una reunión con los agentes sociales para que explique "directamente" qué reforma laboral quiere hacer.