Al conversar con Aridane Santana (Las Palmas, 31-3-1987) se percibe enseguida que en el Tenerife se siente como en su casa. "Estaba loco por venir", confiesa. El segundo fichaje de invierno del club blanquiazul bromea con un compañero al posar para la foto y responde el cuestionario sin prisas.

¿Con qué mensaje a la plantilla inició la semana el entrenador?

Nos dijo que el equipo trabajó bien antes y durante en el partido en Vecindario, pero que el fútbol tiene estas cosas, jugadas desafortunadas como la del gol del empate. Y que hay que seguir igual, porque estamos en el camino correcto.

¿Da vértigo pensar en la obligación de adelantar al Castilla?

Prefiero mirar lo nuestro. Lo que hagan los demás ya se verá en su momento. Estamos centrados en el partido que viene y si el líder falla, mejor, pero si no es así, debemos continuar en nuestro camino y tratar de meterle presión al primero.

¿Y se mira al quinto?

No miramos ni para arriba ni para abajo, sino para nosotros. Y si algún rival lo hace mejor que el Tenerife a lo largo de la Liga, ¿qué le vamos a hacer? Sería un error pensar tan a largo plazo.

¿Quedó conforme con sus dos actuaciones? En Alcalá debutó y marcó y en Vecindario le tocó sacrificarse más...

El domingo entré para pelear y ayudar. No pude tener más protagonismo, pero vine aquí para sacrificarme por el club y tratar de materializar ocasiones si me llegan.

¿Se pudo ver en esos dos ratos quién es Aridane Santana?

Creo que queda bastante por ver. Faltan muchos partidos por jugar.

Se le ha llegado a comparar con Kiko Ratón. ¿Lo comparte?

Somos delanteros altos y corpulentos, pero también somos futbolistas diferentes. Kiko tiene sus cualidades y yo tengo las mías.

¿Son compatibles en el campo?

Eso lo tiene que decidir el técnico. Yo salgo a a darlo todo ya sea con Kiko, con Perona...

Se le ve integrado...

Los compañeros me han ayudado mucho. Este es un grupo inmejorable. Dan ganas de venir cada mañana a entrenar. Me está gustando el día a día aquí.

¿Quién se ha encargado de facilitarle la adaptación?

Ya conocía a Pablo (Sicilia). Es una persona que lleva varios años aquí y me ha ayudado bastante, pero hay muchos compañeros que me han facilitado las cosas. Sería injusto quedarme con uno solo.

¿Siente que acertó al venir?

Sí. Es un orgullo estar aquí y compartir vestuario con estos compañeros. Nunca me arrepentiré.

¿Tenía planeado marcharse de su anterior equipo, el Leganés?

No sé qué decir. Durante las vacaciones de Navidad surgió esta posibilidad y, aunque no lo tenía en la cabeza, estaba loco por venir.

¿Recibió otras ofertas?

Sí, hubo algún club más que se interesó, pero no se concretó nada.

¿Y cuando le llamó el Tenerife?

Fue lo máximo. Cuando mi familia se enteró, se alegró muchísimo. Y yo me emocioné por poder venir a un club como este, que pelea por ascender, y por tener la posibilidad de entrar en su amplia historia.

¿Qué concepto tenía del club?

Sabía que era un club grande e histórico, y está claro que no es de Segunda B. Se comprueba sin ningún esfuerzo con la afición que hay, los compañeros...

Menciona a la afición. Visitó el Heliodoro esta temporada con el Leganés. ¿Qué impresión se llevó del ambiente?

Fue increíble. Los compañeros no daban crédito al ver tanto público en las gradas después de las malas temporadas que había tenido el Tenerife. Comentábamos entre nosotros que con este ambiente, el equipo tenía que tirar para arriba.

¿Le caía bien el Tenerife?

Soy de Las Palmas, pero no ten-go ese sentimiento de rivalidad que puedan tener otros. El Tenerife es un equipo que, por ser canario, siempre me cayó bien. Nunca dejaré de apoyar a los clubes canarios de cualquier categoría.

¿Se considera una excepción?

No sé. Cada uno piensa de una manera y yo creo que, para el fútbol canario, mientras más arriba estén los equipos, mucho mejor.

Pero sí sería simpatizante de siempre de la UD Las Palmas...

Ahora soy del equipo en el que estoy. Me gusta ver mucho fútbol y me encanta el fútbol canario.

¿Nunca vistió de amarillo?

Nunca formé parte de la Unión Deportiva. Tuve la posibilidad de ir a los filiales, pero decidí quedarme en el Vecindario, en el que estuve diez años. Cuando me surgió la oferta del Deportivo, acepté.

¿Cómo fue dar el salto al filial de un club como el Deportivo?

Para un jugador de 17 años fue algo increíble recibir la llamada de un equipo de Primera División.

¿Qué cree que le faltó para hacer carrera en el equipo gallego?

Estuve cuatro años en el filial y no tuve la oportunidad de debutar con el primer equipo, pero sí hice pretemporadas y entrenamientos.

Y no fue el único canario...

En un verano llegamos a ser siete: Manuel Pablo, Valerón, Rubén, Momo, Aythami, Fabricio y yo.

¿Fue un palo tener que regresar después a clubes más modestos?

No. Tenía que seguir mi carrera y surgió la propuesta del Universidad, donde completamos un buen año en el plano deportivo. Después, en el Leganés no salieron las cosas tan bien, pero me quedo con que ahora estoy en el Tenerife.

¿Ascenderá el Tenerife?

Hombre, para eso vine. Quiero ayudar y vivir ese momento.