Los tiempos han cambiado, y mucho. Quince días después de que la Concejalía de Fiestas del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife pusiera a la venta las primeras 12.000 entradas para la final de murgas adultas -en total se ofertarán 21.000, cinco mil más que en 2011-, que se celebrará el próximo 10 de febrero, hasta la tarde de ayer apenas se habían vendido 3.560.

Lejos parecen haber quedado las largas colas, acampadas incluidas, que se formaban en los alrededores del recinto ferial de la capital tinerfeña para adquirir una localidad, o, incluso, el bloqueo de la página web en la que, en otras ocasiones, se podía comprar una papeleta para acceder a la final. Sin ir más lejos, en la edición de 2010 se vendieron 7.000 localidades en apenas cuatro horas. Uno años antes se agotó la mitad del papel en 90 minutos.

En esta ocasión, y desde que la Organización puso a la venta las entradas de la final, el 3 de enero, solo se han agotado las 500 ofertadas para la grada de Tribuna Alta del estadio Heliodoro. En Anfiteatro y la grada de Gol apenas se han vendido 25.

Y todo ello pese a las novedades anunciadas para el concurso. Tras las quejas, principalmente sobre el sonido, expuestas el año pasado por los grupos críticos del Carnaval, el escenario estará ubicado -incrustado- en la grada de Herradura (foto), el lado opuesto al pasado certamen, precisamente con la idea de evitar los problemas surgidos en 2011.

Si finalmente se agotasen estas 12.000 entradas, la Concejalía de Fiestas tiene previsto sacar a la venta 4.500 más, toda vez que las otras 4.500 que completan las 21.000 anunciadas se les entregará a las murgas que logren el pase a la final. Cabe recordar que Fiestas trasladó la final de murgas al estadio Heliodoro Rodríguez López precisamente porque duplicaba con creces las 6.500 localidades que ofrece el recinto ferial. Y ahora parece que no se llenará.