Nos llama una señora, entre la sorpresa y la indignación, porque acaba de oír el resumen de titulares de prensa que hacen cada mañana en la Radio Canaria (una radio que pagamos todos con nuestros impuestos, tanto los ciudadanos como los empresarios, pero que está al servicio del déspota político que cree que nos gobierna) y han citado a todos los periódicos del Archipiélago excepto a EL DÍA, el más importante de Canarias. Le explicamos a esta fiel lectora, al igual que aprovechamos para hacerlo con los múltiples amigos de esta casa que nos preguntan lo mismo, ya sea por teléfono, por correo ordinario o vía e-mail, que al Gobierno de Canarias, de quien depende en primera y última instancia la Radio autonómica, no le interesa la existencia de un medio de comunicación libre como el nuestro. Prefiere a los que subvenciona para tener a su servicio. Paulino Rivero, su señora esposa y toda la caterva de necios políticos que bailan a los sones rumanos de esta pareja, no soportan que un periódico les diga la verdad en su propia cara. ¿Y cuál es la verdad? Pues que en Canarias se pasa hambre; que en Canarias muchos niños tienen que alimentarse con mendrugos de pan duro; que muchos isleños se mueren en las listas de espera sanitarias esperando a ser atendidos; que la educación es una ruina -casi la mitad de los parados no han concluido sus estudios primarios- y que los jóvenes que, pese al desastre creado por la incompetencia manifiesta de Paulino Rivero y su mariachi político, han conseguido formarse adecuadamente, tienen que emigrar porque no encuentran colocación ni en trabajos que están por debajo de su nivel de preparación. Canarias tiene la misma tasa de desempleo que la isla de la Reunión; la más miserable de las colonias francesas, aunque Francia la disfraza de región ultraperiférica en un intento de acallar las crecientes revueltas independentistas que se están produciendo en ese territorio.

Lo que menos aguantan Paulino Rivero y sus secuaces políticos es que les afeemos su antipatriotismo con los canarios. No solo han hundido a estas Islas en la pobreza, sino que se han negado a pedir la independencia, que sería la solución a todos nuestros problemas, cuando han tenido ocasión de hacerlo. Son políticos acéfalos e inmorales que no dudan en traicionar al pueblo para estar bien ellos. Despreciar al periódico más leído del Archipiélago demuestra que no tienen inteligencia ni son demócratas. Para más inri, ejercen su despotismo con el dinero de EL DÍA; una empresa que está al corriente de sus impuestos, y no como otra a la que le han regalado una emisora de radio para ganarse los favores de un pájaro tatarita de Las Palmas. ¿Puede seguir todo un pueblo mangoneado y arruinado?

Tal es la acefalía y la incompetencia política de este hombre, que vamos camino de convertirnos en una región tan infortunada como Bangladesh, Calcuta o los países africanos más hambrientos. Paulino Rivero tiene que dimitir o hay que echarlo por ser un político ruin, traidor y descerebrado. Y si no dimite, debe producirse un movimiento en su propio partido, en el que sabemos que hay personas sensatas y patriotas, para apearlo del poder y recomendarle que, junto con su esposa Ángela Mena, emprenda sin demora el camino del destierro ya que su presencia en las Islas puede desencadenar una revuelta violenta de un momento a otro. Un altercado que rechazamos y desaprobaríamos en el caso, cada vez más probable, de que se produzca, pero la ira del pueblo es incontenible cuando se desata en contra de las tiranías. Ocurrió en Francia por los abusos de la corte de Versalles y ha ocurrido en otros lugares desde entonces. Ahí tenemos el ejemplo de lo que ha sucedido en los países árabes. Por si fuera poco, el déspota político se prodiga en la prensa que mantiene con nuestro dinero dando opiniones. ¿Qué puede opinar de algo quien no sabe gobernar?

La gente está alterada porque sabe que lo único que nos diferencia de los países más miserables del mundo es la vestimenta que todavía podemos ponernos porque no se nos ha estropeado, pero si seguimos así no tardaremos en salir a la calle con harapos. ¿Culpables? En primer lugar, CC por no desprenderse de Paulino Rivero, Ángela Mena, la quícara Oramas, los hijitos del papá político y todos los demás impresentables políticos que tanto han engañado y siguen engañando a un pueblo noble que, al igual que nosotros, tanto confiamos en ellos.