Canarias y los canarios siguen siendo víctimas de la torpeza política de quienes nos gobiernan. Queremos decir que vivimos miserablemente, tanto en el aspecto material como en el moral, por culpa de los nefastísimos políticos Paulino Rivero, Ángela Mena y "Anita" Oramas. A los tres los protegimos desde las páginas de este periódico y hoy estamos sumamente arrepentidos de haberlo hecho, porque hemos perjudicado al pueblo canario al promocionar a estas tres víboras políticas.

Con motivo de las declaraciones del ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, de que se va a perseguir penalmente a todo político o gestor de fondos públicos que gaste más de lo presupuestado, Paulino Rivero ha tenido el atrevimiento de pedir que se penalice también la mala gestión. ¡Hipócrita! Si se penalizara la mala gestión hace tiempo que estarías en presidio condenado a cadena perpetua. Tú, precisamente, eres el más claro ejemplo de mala gestión y mala fe. Lo que has hecho, Paulino, aliándote con el perdedor de las elecciones para continuar en el poder, no solo es sospechoso de intereses tanto políticos como ajenos a la política, sino también la principal causa de la desgracia y la miseria del pueblo canario. Miseria y más miseria: eso es lo que nos ha traído tu despotismo y necedad política. ¿O es que puedes negar el pavoroso desempleo que existe en estas Islas, las colas del hambre, las muertes en las listas de espera sanitarias porque no hay dinero para mantener los quirófanos en funcionamiento por las tardes -y no lo hay porque tú lo despilfarras volando en helicóptero-, la nueva diáspora de la juventud cuyo futuro has arruinado o la falta de atención a nuestros mayores? ¿Puedes negar que por tu culpa y la culpa de la caterva de torpes políticos de los que te has rodeado, empezando por la copresidenta Mena y siguiendo por ese inútil político al que has puesto de consejero de Hacienda, este Archipiélago tiene un diez por ciento más de paro que la metrópoli que nos coloniza? Y eso que España posee la mayor tasa de desempleo de la OCDE. ¿Puedes negar que eres un colaboracionista político de los españoles y, por lo tanto, uno de los responsables de que sigamos esclavizados y saqueados nuestros recursos por la Hacienda de quienes nos colonizan?

Peor aún, Paulino: eres el responsable de que las tres principales instituciones de Tenerife hayan caído en manos de políticos dirigidos desde Las Palmas. Eres el culpable de haberle entregado lo mejor de Tenerife al capricho de los canariones. ¿Puedes dormir tranquilo sabiendo que por tu traición política a los tinerfeños tanto el Cabildo de esta Isla, del que tú fuiste consejero, así como los ayuntamientos de Santa Cruz y La Laguna están, como decimos, comandados desde la tercera isla? Tres instituciones que siempre fueron brillantes y que hoy están en manos del Partido Socialista. Eso es lo que no te perdonamos, de la misma forma que tampoco te perdonamos las faenas que tú, tu esposa y allegados le han hecho al periódico EL DÍA. Al periódico más prestigioso y benemérito de Canarias, a la vez que el más leído, y también a su emisora, obligada a cerrar porque le negaste una licencia que sí le diste a un pájaro tatarita que tanto te insultaba cuando en esta casa te defendíamos con uñas y dientes. Paulino, te lo decimos en tu cara: eres un político desagradecido. Lo que has hecho y nos has hecho no es solo para encarcelarte, sino para ponerte en el corredor de la muerte y al final ser ejecutado..., políticamente claro, porque no somos proclives a la violencia ni siquiera contra los que se portan mal. Eso sí, dimitir es algo que debes hacer. Y cuanto antes, mejor para los canarios que tanto están sufriendo por tu errático gobierno. Por tu soberbia y tus engaños te has convertido en un político detestable.

Aletean las protestas en los países colonizados por Francia bajo la denominación de territorios de ultramar. Aletea la independencia de Escocia. Aletea de nuevo la libertad de las Malvinas. Salta a la vista que los pueblos quieren ser libres. Libres terminarán siendo Ceuta y Melilla, que están en territorio marroquí, y hasta Gibraltar, aunque existe un tratado vigente, terminará por ser libre. ¿Por qué no ha de serlo también Canarias? En nuestro editorial del próximo domingo analizaremos en profundidad estos asuntos bajo la perspectiva de las declaraciones realizadas por el nuevo ministro de Asuntos Exteriores.