El director gerente de Fitch Ratings, Ed Parker, recalcó ayer que hay una "alta probabilidad" de rebajar la nota de España en uno o dos escalones a finales de enero, debido a la falta de capacidad del Gobierno de controlar los déficits regionales, a los activos tóxicos inmobiliarios y al desempleo.

Desde diciembre la agencia de calificación tiene en vigilancia las calificaciones de la deuda soberana de España y otros cinco países de la zona euro (Italia, Chipre, Bélgica, Eslovenia e Irlanda), cuyas notas previsiblemente también rebajará.

"Lo más seguro es que degrademos a España, aunque aún no está hecho", insistió el responsable de Fitch, sin querer precisar todavía si la nota bajará uno o dos escalones.

En una conferencia sobre previsiones económicas europeas para 2012 organizada en Madrid, Parker reconoció que hay un "significativo ajuste macroeconómico" en marcha en España, y precisó más tarde que están prestando "mucha atención" a las nuevas reformas políticas y fiscales.

Pero alegó que el Gobierno se enfrenta a complejos "desafíos" sobre todo en términos de calidad de activos bancarios y finanzas públicas, así como a un mercado laboral "claramente disfuncional".