No tienen vocación de redentores, pero los miembros de la Fura dels Baus han logrado lo que los gestores de la música clásica intentan denodadamente y casi nunca consiguen: atraer nuevos públicos. Hasta tal punto "arrastra" la compañía catalana, que ha logrado no solo duplicar el número de funciones previstas en el Festival de Música de Canarias sino colgar el cartel de no hay billetes en las cuatro representaciones programadas en los auditorios de las islas capitalinas. En su esperado retorno al Archipiélago, presentan una trepidante peculiar lectura escénica del "Carmina Burana", de Carl Orff, "un canto a la vida", según afirmó ayer en rueda de prensa el director del grupo, Carlos Padrissa.

El marco elegido fue el Auditorio de Tenerife, donde hoy y mañana, a las 20:30 horas, La Fura movilizará a un contingente de 170 músicos y cantantes, distribuidos entre la orquesta y coro de la Filarmónica de Gran Canaria, el Orfeón Pamplonés y el terceto de voces solistas, todos ellos bajo la dirección de Pedro Halffter.

Padrissa protagonizó un distendido -y hasta divertido- encuentro informativo en el que los participantes estuvieron de acuerdo en un punto: Colaboraciones como las que esta semana se plasma sobre los escenarios isleños indican "el camino" para atraer a los jóvenes y a públicos ajenos a la música clásicos, obligada a incrementar su audiencia, sobre todo en época de crisis.

Así lo pusieron de relieve tanto Candelaria Rodríguez, directora del ciclo, como Alberto Delgado, viceconsejero regional de Cultura. Para la responsable del festival, "esta es la apuesta si queremos atraer nuevos públicos". Rodríguez reconoció haber sido traspasada por algunas miradas fulminantes al término de las funciones celebradas en Las Palmas, a comienzos de esta semana. También escuchó algún que otro comentario escandalizado ("¡Qué libertinaje, qué vergüenza!"), compensado, según dijo, por la presencia de numerosos jóvenes en las funciones y en los ensayos.

"Nos ha venido cantidad de público", dijo a su vez Delgado. El viceconsejero admitió que la demanda de localidades había sido tal que podría haberse dispuestos terceras funciones en los dos auditorios, por lo que aventuró "futuras colaboraciones" del grupo invitado con el festival.

"Que se vaya preparando la Orquesta Sinfónica de Tenerife", deslizó al respecto Candelaria Rodríguez, que tácitamente indicó una colaboración de La Fura y la OST de cara a la próxima edición.

Satisfecho por la gran acogida, Carlos Padrissa celebró su vuelta a Tenerife, donde "hemos pasado muy buenos días y muy buenas noches", recordó.

En el mismo tono de humor, y ya refiriéndose a "Carmina Burana", dijo que Canarias, llamadas "las Islas Afortunadas", son ideales para representar "Oh, Fortuna", uno de los motivos más famosos de la obra, que definió como un gozó vital. Para reforzar su declaración, Padrissa tomó la copa de agua que había ante él y derramó el contenido sobre su monda cabeza afirmando que "la ocasión la pintan calva".

El espíritu furero apareció en ese momento, que el director del grupo aprovechó para tranquilizar a quienes piensan que La Fura es solo provocación gratuita e interacción violenta con el público.

"Antes éramos más punk y eternamente jóvenes, pero nuestro público ha evolucionado y nosotros hemos crecido con él", admitió Padrissa. "¿Que la obra tiene burlesque? -añadió- Pues sí, hay burlesque, corsés, cabaret, partes de Casino (alusivas a los ciclos de la luna) y mucho canto a la vida".

El director de escena calificó de "muy lírica y agradecida" la cantata sinfónica, que ya han representado en dieciséis ocasiones.

Pedro Halffter incidió en el mismo aspecto al expresar que la evocación medieval de Orff, con sus textos explícitamente eróticos y hedonistas, se vincula " a eso que está tan de moda hoy, que es el carpe diem, vivir el momento presente".

El director de orquesta, que ha colaborado otras veces con la Fura (así en una Tetralogía de Wagner, aún en curso), dijo que "para ellos no existen problemas, todo son soluciones". En parecidos términos se expresó Igor, Ijurra, director del Orfeón Pamplonés. "Para nosotros este debut en Canarias con La Fura está resultando una experiencia gratificante, a la que aportamos -concluyó- la ilusión del primer día".