Tras más de 30 años de democracia y con los mismos problemas en el tratamiento y depuración de aguas en la ciudad, el gobierno de Santa Cruz de Tenerife parece decidido a resolver esta situación en este mandato y así lo ha asumido el concejal de Obras y Servicios, Dámaso Arteaga (CC). Aunque comprende que surjan protestas vecinales como la de El Chorrillo en contra de la depuradora prevista para esta zona, el edil presenta como "imprescindible" para el área metropolitana este nuevo equipamiento y el previsto para Taganana (Anaga), aunque insiste en que se trata de un proyecto global que incluye otras muchas actuaciones claves.

Entre esas otras intervenciones, y como ya hiciera en la comisión de control al gobierno del pasado jueves, Arteaga destaca la ampliación de la depuradora de buenos Aires. Una obra que, a su juicio, "es la más importante" de toda la planificación hidráulica de la Isla, por lo que mantiene su "incomprensión" de que no fuera incluida en el convenio Canarias-Estado en este ámbito para el periodo 2008-2012. "Es algo inexplicable", remarca.

El concejal se reunió el pasado martes con el consejero regional de Aguas para instarle a que pida la inclusión de esa ampliación en dicho convenio y en posteriores prórrogas o cambios. Según recalca, la actuación global necesaria requiere de casi 90 millones de euros. De ellos, 24 se irían a la citada depuradora de El Chorrillo (a aportar por el Cabildo tinerfeño al tratarse de un proyecto incluido en el plan hidrológico insular), mientras que la de Taganana necesita unos 2,3 millones. En el primer caso, asegura que resulta crucial para recoger los caudales de las cuencas de la parte Sur de la capital y de La Laguna.

Arteaga recalca que no se trata de su empeño, sino de criterios y planteamientos puramente técnicos, "que siempre se han conocido, pero que ahora queremos aplicar". En Taganana, por ejemplo, afirma que se está vertiendo agua ahora al mar sin tratar y esto "ha de acabarse. Debemos depurar todas las aguas antes de tres años. Desde San Andrés, pasa algo similar por el litoral y necesitamos unos 3 millones para evitarlo mediante puntos de tratamiento".

En el caso de la ampliación de la de Buenos Aires, cuyo plazo se calcula en unos 18 meses, el edil aclara que se necesitan unos 28 millones, incluidas las obras para evitar los problemas de malos olores, mosquitos y otras cuestiones del tratamiento químico (dos millones, uso de pozos filtrantes y actuación a corto plazo), así como la mejora de la estación de bombeo hasta la EDAR y el emisario (unos 3 millones en cada caso).

Arteaga insiste en que, ahora, se vierten al mar unos 20.000 metros cúbicos de aguas no tratadas "en una zona altamente degradada por actuaciones durante décadas y por efecto de diversas compañías y particulares". "La mitad del líquido lo depuramos y tres cuartas partes las mandamos al Sur a través de Balten si no hay problemas para darle salida, mientras que unos 2.230 metros cúbicos los usamos para regar jardines. Lo que se necesita con la ampliación es aplicar una nueva tecnología de bioreactores de membranas (MBR) que mejoran mucho el proceso".

Sobre la estación de Los Llanos, asegura que está pensada para unas 10.000 personas y, sin embargo, se utiliza para más de 100.000.

Según recalca, el ayuntamiento buscará donde haga falta los aproximadamente 30 millones que faltan hasta completar los 90 citados.